La estación de autobuses de Elche es el lugar elegido por el Ayuntamiento para ubicar el primer aparcabicis cerrado que tendrá la ciudad. Se trata de un conjunto de aparcamientos para bicicletas y patinetes pero que, a diferencia de los ya instalados por 120 puntos de la localidad, estarán situados en el interior de un habitáculo al que se accederá mediante una aplicación móvil. Son así más seguros para los dueños de las bicicletas y patinetes, que evitan tener que dejarlos atados a la intemperie. Se instalarán dos módulos con capacidad para 20 bicicletas que, además, estarán videovigilados.

Un ciclista circulando por Elche, que en unos días podrá dejar su bici en el nuevo habitáculo. | MATÍAS SEGARRA

La Concejalía de Movilidad, que dirige la edil Esther Díez, no ha escogido al azar la zona en la que, en unos días, se instalará el aparcabicis cerrado. La estación de autobuses, muy cercana también a la de Elx Parc de Cercanías, fomentará la intermodalidad. Así, quienes tengan que desplazarse en transporte público fuera de la ciudad, pueden utilizar su bici para llegar a la estación de autobuses, dejar en el aparcabicis cerrado su vehículo de dos ruedas, y tomar un autocar o un tren en la muy próxima estación de Cercanías. La edil de Movilidad explica que se trata de un «punto estratégico entre las dos estaciones».

Adjudicación

El Ayuntamiento ha adjudicado el servicio, mediante un contrato menor, a una empresa de Alcoy, «Up2city vehículos eléctricos», especializada en movilidad y en este tipo de aparcamientos para bicicletas. El contrato, por dos años, asciende a 48.000 euros.

Actualmente, el consistorio está llevando a cabo el acta de replanteo de los trabajos para su instalación y, una vez terminados, lo que se espera en los próximos días, en una semana estarían operativos.

La adjudicataria se encargará de la gestión y de su uso. De este modo, habilitará, de manera gratuita, una aplicación móvil y una página web. Desde la misma, una vez dado de alta el usuario del servicio, le permitirá visualizar la vigencia de abono, los usos realizados, así como las incidencias. La empresa gestionará las altas y las bajas del servicio. El uso será gratuito al principio, aunque se instalará una pasarela de pago para futuras actualizaciones del servicio que serían de pago.

El nuevo aparcamiento cerrado será modular, de 3 metros de largo por 5,5 de ancho. Los módulos, en dos alturas, son de «U invertida», como los de los actuales aparcabicis que hay en las calles, donde candar las bicicletas o los patinetes. Están fabricados en aluminio, videovigilados y preparados para su uso automático mediante dispositivo móvil o teclado ubicado en el acceso.

La intención de la Concejalía de Movilidad es ampliar estos aparcabicis cerrados a otros puntos de la ciudad, en barrios y pedanías. Para ello preparará un contrato más extenso para instalarlos en conjunto. Para esos lugares se buscarán modelos más pequeños que quepan en una o dos plazas de aparcamiento, o en un parque. «Estos habitáculos les podrán ser muy útiles a quienes no tengan espacio en sus casas para dejar las bicis», explica la edil Esther Díez.