La gasolinera municipal factura un millón más por la subida de precios pero vende casi el mismo combustible

Pimesa justifica el estancamiento del suministro por la crisis de Ucrania, la competencia con otras estaciones de servicio y los cambios de movilidad

La gasolinera municipal situada en la estación de autobuses. | MATÍAS SEGARRA

La gasolinera municipal situada en la estación de autobuses. | MATÍAS SEGARRA / A.FAJARDO

A. Fajardo

A. Fajardo

La gasolinera que gestiona el Ayuntamiento de Elche facturó un millón de euros más el pasado año respecto a 2021 pero suministró casi los mismo litros de combustible, en concreto, un 3,46% más. La escalada de precios del petróleo derivada de la crisis de Ucrania también tuvo sus efectos en una estación de servicio municipal que en 2022 suministró 2,3 millones de litros de diesel y de gasolina, incluso algo menos que cuando estalló la pandemia.

Una moto parada para repostar en la gasolinera municipal. | MATÍAS SEGARRA

Una moto parada para repostar en la gasolinera municipal. | MATÍAS SEGARRA / A.FAJARDO

En detalle, la cifra de negocio que movió el establecimiento situado en la estación de autobuses el pasado año fue de 3,8 millones de euros, frente a los 2,7 millones del ejercicio anterior, mientras que de un año a otro la diferencia fueron de 79.000 litros de combustible vendidos.

La inflación es la principal justificación que da la empresa municipal para explicar que su facturación se haya disparado en doce meses, lo cual no significa que sus ganancias hayan aumentado, aseguran fuentes de Pimesa.

El hecho de que se haya tenido que pagar a un precio más caro el combustible, como ha ocurrido en el resto del país se ha traducido en que el aumento de costes se haya repercutido tanto al cliente, como a la empresa municipal a la hora de comprar los carburantes.

De hecho, las ayudas que ha ido dando el Gobierno para paliar el alza de precios no ha servido para aumentar las ventas de un año a otro, al menos en este establecimiento de la ciudad situado entre los más baratos sin ser una gasolinera «low cost».

De hecho, hace dos años cuando estalló la crisis del coronavirus que desembocaron en el confinamiento domiciliario y después en duras restricciones de movilidad, la estación de servicios ilicitana suministró 2,4 millones de litros. En 2021 cuando empezó la recuperación se vendieron 2,2 millones de litros y el pasado año 2,3 millones.

Otras causas

Los otros factores que atribuye Pimesa a este estancamiento en la venta de carburantes, mientras que cada año el parque móvil de Elche bate récords, es a la competencia cada vez mayor entre las gasolineras, pero también a que las formas de movilidad se han visto alteradas y cada vez se deja más el coche aparcado para trayectos que se pueden hacer en tren.

Precisamente, hace dos años la gasolinera gestionada por el Ayuntamiento cambió de política al pasar a controlar los precios del carburante tras cambiar de proveedor después de tres décadas trabajando con Cepsa.

La estación municipal optó por cambiar de estrategia operando sin ser bandera de ninguna marca y adjudicó el suministro al grupo vasco Esergui, por un año y a razón de 3,6 millones de euros. Desde el pasado ejercicio está tratando de renovar el proveedor y ahora ha sacado a licitación por 8,6 millones de euros la adquisición de los surtidos, debido al incremento de los precios.