La titular del Juzgado de Instrucción Número 1 de Elda ha aceptado aplazar el juicio de faltas por el supuesto ataque antifascista que el veinteañero Mariano Jiménez denunció haber sufrido el pasado 4 de junio. Entonces era vicesecretario de Nuevas Generaciones del PP de Elda y ahora está suspendido de militancia, de forma cautelar, por decisión de su propio partido al determinar la investigación policial, en función de los indicios recabados y de las declaraciones tomadas a los implicados, que los hechos que denunció en la Comisaría podrían ser falsos, responder a un posible montaje y haberse provocado él mismo las lesiones leves en el rostro.
El juicio debía celebrarse a las 12.40 horas de ayer y, de hecho, al mismo se personaron el denunciante con su abogada Soraya Bernabéu y el denunciado, Alejandro Bernabéu, que acudió sin letrado pero acompañado por sus tres testigos: su exnovia y una pareja de amigos que estuvieron presentes en la plaza de la Ficia cuando, según la víctima, se produjo la supuesta agresión por un grupo de jóvenes al grito de «¡fascista, facha de mierda y viva la República!».
La vista se despachó en apenas cinco minutos al aceptar la jueza, con el acuerdo favorable del fiscal, la petición de la abogada de la acusación de suspender el juicio por lesiones para proponer a tres nuevos testigos, de los que facilitó sus nombres y domicilios para ser citados al juicio que se ha fijado ahora para el próximo 12 de noviembre. Esta decisión fue acogida con malestar por los testigos de Alejandro Bernabéu.
También él se mostró malhumorado por el aplazamiento. «Desde el mes pasado -señaló el denunciado al salir de la sala- estaba deseando que llegara este momento para que se aclarase todo este burdo montaje y, a partir de ahí, ponerle yo una denuncia a él -a Mariano Jiménez- por haberme acusado de algo que yo no he hecho. Y todo porque quería ascender en su carrera política». También su exnovia aseguró a este diario que no hubo agresión de ningún tipo. «Quedamos los tres en la plaza Ficia para aclarar un asunto sentimental y nadie pegó a nadie. Sólo hubo una discusión y para nada se habló de cosas de política, porque nosotros pasamos de la política. Y luego Alejandro y yo nos fuimos juntos por un lado y Mariano se fue por otro. Eso fue todo lo que pasó y lo que he venido a contar en el juicio», señaló pidiendo preservar su identidad. Sin embargo la letrada de la acusación se negó a realizar manifestaciones a este diario y también le aconsejó lo mismo a su defendido. Además, logró impedir el acceso a la sala de vistas del redactor gráfico tras aceptar la jueza su solicitud.