Un colectivo de ciudadanos ha creado una comisión con el objetivo de recaudar fondos destinado al asilo de ancianos ubicado en la plaza de las Malvas. El centro presenta problemas de accesibilidad, incluso en la zona más nueva y es preciso una reforma inmediata. Así, el colectivo junto al Ayuntamiento ha querido que 2016 sea «El año del asilo». Bajo este lema lanzará una campaña repleta de actividades durante 12 meses para conseguir sufragar el proyecto.
Así, el asilo de las Hermanas de los Ancianos Desamparados -toda una institución en Villena- se quedará en la localidad a pesar de los muchos rumores que en los últimos años se han sucedido a cerca de la posible marcha de esta orden religiosa y por tanto, del cierre de la residencia de la Tercera Edad. Ahora cuenta con un proyecto redactado para adecuar sus instalaciones a la normativa y que al parecer ya está presentado en la conselleria de Bienestar Social para obtener su visto bueno.
Una de las primeras medidas a tomar será un llamamiento a la población para que se implique con una institución que el próximo 2017 cumple 150 años instalada en Villena, en concreto en el Palacio Mergelina, la antigua casa señorial donada por esta familia en el año 1888, y ubicada la plaza de las Malvas.
Después de valorar durante algunos años, los ofrecimientos realizados por diversas corporaciones y alcaldes para trasladarse de este lugar otro más espacioso pero en la periferia de la ciudad, las hermanas han sopesado que el mejor lugar para sus residentes es el que mantienen en la actualidad, en el centro de la ciudad. De hecho, en septiembre de 2011, el Ayuntamiento de Villena se comprometió con la Orden de las Hermanas de los Ancianos Desamparados a cederle unos terrenos con 6.000 metros cuadrados ubicados en el Prado de la Villa, cerca del Centro Sanitario Integrado, para la construcción del nuevo asilo. A cambio pasaría a manos del consistorio el Palacio Mergelina, propiedad de la orden. Posibilidad, que finalmente, se desechó.
Actualmente, las hermanas se ocupan de unos 70 ancianos y ha paralizado la entrada de nuevos para no tener que trasladarse a una nueva ubicación durante el periodo de reformas. Ademas, dan trabajo a una veintena de personas y otras tantas son voluntarias que ayudan a las monjas en sus tareas diarias de cuidado de los ancianos.
El Palacio de la familia Mergelina, declarado como Bien de Interés Cultural (BIC) fue construido como residencia señorial a finales del XVII o a comienzos del XVIII y en la actualidad es asilo de ancianos. Se conserva la fachada barroca que muestra una composición muy cuidada, alternando rítmicamente los vanos y los macizos con los entablamentos de disposición curva, tal y como ocurre con la ventana del Palacio Municipal obra de Cosme Carrer.