El presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Elda (FAVE), Antonio Cuenca, fue uno de los homenajeados en la cena de convivencia que cada año realiza este organismo y que premia la dedicación «de los hombres y mujeres de nuestro movimiento o de fuera de él a la mejora social de nuestro pueblo y al fomento de la participación ciudadana», según se indica por parte de la FAVE así como a «colectivos que luchan por y para conseguir objetivos sociales de idéntico o parecido motivo».

Cuenca lleva como presidente de la federación vecinal cinco años y en otros cargos dentro de la directiva como vicepresidente o vocal 24 más. Un emocionado Cuenca, con lágrimas en los ojos, recibió de manos del tesorero de la federación, Ramón Albero, la insignia de oro de la FAVE, la mayor condecoración que otorga el organismo. El propio Cuenca señaló que una de su labores más importantes al frente de las asociaciones vecinales ha sido «la lucha por sobrevivir durante los ocho años del gobierno del Partido Popular en el que se recortó en gran medida la ayuda a la federación vecinal».

Otros homenajeados con el pin de plata en este acto fueron Mari Ángeles Izquierdo, de la asociación de vecinos Nueva Fraternidad, por segunda vez, debido a su gran trabajo; Joaquín Mataix, vicepresidente de FAVE y Paqui Mira, de la Asociación San Francisco de Sales y adyacentes de Elda. Además, Maruja Navarro Busquier, de la ONG Manos Unidas, logró el reconocimiento por su dedicación durante 50 años al frente de la delegación de Elda, tras anunciar este año su retirada.