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Un estudio advierte del deterioro de Nueva Fraternidad en Elda

Un estudio advierte del deterioro de Nueva Fraternidad en Elda

El trabajo de fin de máster de un joven eldense servirá para que el Ayuntamiento solicite fondos europeos para revitalizar el barrio

La inseguridad en el barrio eldense de Nueva Fraternidad es el mayor problema que atisban los vecinos que allí viven y que se recoge en el trabajo fin de máster de Daniel Sánchiz, un eldense que ha estudiado la situación de la barriada a través de una metodología de participación ciudadana.

En el estudio ha puesto encima de la mesa del ayuntamiento un diagnóstico del barrio así como una serie de intervenciones que los propios vecinos reclaman como viables a la hora de regenerar este barrio de carácter obrero. Entre las propuestas que lanzan los vecinos se encuentran la creación de una oficina municipal de rehabilitación, así como de dar uso social a los solares.

El estudio parte de la premisa de que Nueva Fraternidad «ha sido una zona tranquila en la que ha existido una buena relación entre sus vecinos, y una potente asociación vecinal, que durante mucho tiempo ha sido referente por su iniciativa a nivel municipal».

Sin embargo, en los últimos años el barrio ha sufrido un deterioro, no solo físico sino también social. El envejecimiento, la falta de relevo generacional al frente del asociacionismo y «el surgimiento de situaciones de marginalidad y comportamiento incívicos, que a pesar de ser muy localizados, están generando en el barrio un malestar generalizado, que es motivo de frecuente queja por parte de los vecinos», observa Sánchiz.

El barrio Nueva Fraternidad posee una superficie de 219.506,30 m2 en la que residen 6.742 personas, lo que supone un 12,66% de total de la población de Elda, dando como resultado una densidad de población de 30.714 habitante/km2 (2015). En su estudio Sánchiz explica que «si analizamos la tendencia demográfica del barrio se puede observar un comportamiento similar al de Elda, con un descenso poblacional constante desde 2004 hasta 2015, perdiendo el barrio en este periodo más de 1.000 habitantes».

El barrio de origen obrero nació en la década de 1960, en la que los centros industriales del Valle del Vinalopó experimentaron un proceso de industrialización. Nueva Fraternidad surgió como respuesta al incremento demográfico motivado por la demanda de abundante mano de obra para la industria.

En la actualidad, los mayores de 65 años que viven en el barrio suponen un 21,8% de toda su población. Dos puntos por encima que en el resto de las zonas residenciales de la ciudad.

EDUSI

Con este diagnóstico, el Ayuntamiento de Elda aspira a conseguir fondos a través del programa europeo Estrategias de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (EDUSI). Así, en los departamentos municipales se ultima la redacción de la intervención a realizar tanto en el barrio Nueva Fraternidad como en La Tafalera, que se enviará a Europa para lograr acceder a estas ayudas que pueden suponer la revitalización y regeneración de los barrios.

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