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Imagen del castillo de Elda en su zona interior actualmente en fase de restauraciónÁXEL ÁLVAREZ

Elda

Vecinos del casco antiguo de Elda urgen la apertura del castillo para revitalizar el barrio

Consideran que la fortaleza y su entorno ofrecen enormes posibilidades para la zona pero se oponen al plan municipal para peatonalizar las calles

Vecinos del casco antiguo de Elda piden al Ayuntamiento que se acelere la restauración del castillo para darle un uso turístico, cultural, comercial y festero que permita revitalizar un barrio en decadencia. Consideran que el monumento y su entorno posee un enorme potencial que la ciudad está desaprovechando mientras la zona se degrada. Por eso reclaman que se acometan las obras necesarias para derribar las viviendas ruinosas que afean su amplio entorno y se acondicione, tanto el interior como el exterior de la fortificación construida entre los siglos XII y XIII, para que pueda acoger eventos públicos de todo tipo. Entre ellos las Embajadas de las fiestas de Moros y Cristianos, mercados medievales y costumbristas, conciertos, exposiciones, congresos históricos, rutas gastronómicas y visitas guiadas. De momento el gobierno socialista contempla peatonalizar varias calles del casco antiguo. Un anteproyecto actualmente en curso, que se pretende finalizar el próximo mes para poder ejecutarlo a lo largo de 2020.

En principio las calles incluidas en el estudio son Colón, Santa Ana, San Juan Bautista, San Roque, Iglesia, Los Giles, Nueva Ortega y Gasset y parte de Luis Buñuel hasta el cruce con 2 de Mayo. No obstante, en las tres últimas vías sí se permitiría conducir pero no aparcar los vehículos. De este modo el Ayuntamiento quiere «darle vida» al barrio y mejorar el acceso al casco histórico, generando un clima propicio para la apertura de nuevos comercios, la rehabilitación de las viviendas deterioradas y la recuperación de la población joven.

De momento los vecinos no quieren que se peatonalicen sus calles y se plantean recoger firmas contra una medida que, según señalan, no será buena para la actividad comercial y les impedirá aparcar sus vehículos en la calle. Cabe destacar, al respecto, que en Colón y adyacentes han cerrado seis establecimientos en cinco años mientras que solo se han abierto dos. Problema al que se suma el envejecimiento de la población y el precio de los locales.

Mientras tanto la restauración del castillo sigue retrasándose y adoleciendo de la inversión necesaria para convertirse en un nuevo activo del barrio y de la ciudad.

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