Los trabajos de excavación y exhumación de la fosa del Cementerio de Monóvar se reanudaran este lunes día 24, tras un parón de cuatro dias por descanso del equipo de arqueólogos que están llevando a cabo los trabajos para recuperar los restos de los cuerpos de los 26 fusilados por la dictadura franquista. Hasta el momento, y después de cinco sondeos y diez días de trabajo interrumpido, todavía no se ha localizado el lugar exacto del enterramiento, aunque sí han aparecido, en uno de los sondeos, restos humanos no relacionados con los fusilados.
Los restos encontrados hasta la fecha son cuatro extremidades inferiores de dos adultos, dos ellas encontradas al mismo nivel que los seis ataúdes de niños, encontrados en el mismo sondeo, y las otras dos debajo de los mencionados ataúdes. También debajo de los ataúdes se ha encontrado el esqueleto completo de una persona adulta.
Jorge García, arqueólogo encargado de dirigir los trabajos de excavación y exhumación, ha señalado a INFORMACION que "existe un 99 por ciento de posibilidades de que los restos encontrados no pertenezcan a ninguno de los cuerpos de los fusilados".
Los restos hasta ahora encontrados, según García, tendrán diferentes destinos. "La cuatro extremidades inferiores permanecerán como referencia en el lugar encontrado; los restos de los cuerpos de los seis niños encontrados en sus ataúdes, previa autorización municipal, serán depositados en el osario general del Cementerio; y el esqueleto completo encontrado en el mismo lugar será llevado a un laboratorio para su estudio antropológico".
El lugar de la fosa
La localización exacta de la fosa con los restos de los 26 fusilados es el gran obstáculo con el que se está enfrentando el equipo de arqueólogos. Las únicas referencia existentes en la documentación encontrada en los archivos son los testimonios del sepulturero de la época; el certificado de defunción realizado por el forense Francisco Villalta, el día siguiente a la primera tanda de fusilados del 18 de octubre de 1939; y un informe del forense Juan Bellot de los fusilados en la cuarta y última tanda, que tuvo lugar el 5 de diciembre de 1939.
El informe del doctor Juan Bellot situaba la fosa "a la derecha al fondo, a 10 metros de la pared y a 2,5 metros de profundidad". La posición de los cuerpos, según Bellot, era la misma que reflejo el forense Francisco Villalta, en su informe del 19 de octubre de 1939.
El profesor Glicerio Sánchez y la fosa
El catedrático de la Universidad de Alicante ya jubilado, Glicerio Sánchez Recio, experto en la Guerra Civil y en la represión de la dictadura franquista cuenta con diversas publicaciones dedicadas a la represión. Una de ellas, La República decapitada. El caso de la familia Villalta Gisbert, Alicante 1939-1942 (2010) trata sobre los represaliados, encarcelados y fusilados en Monóvar tras la finalización de la Guerra Civil.
En la página 180 de este libro, el profesor Sánchez Glicerio transcribe textualmente, una carta desde la cárcel de Francisco Villalta a su esposa Camila, de fecha 20 de octubre de 1939, diciéndole que ya había firmado el certificado de defunción de los fusilados el 18 de octubre de 1939, que le había pedido el juez militar y donde debía incluir el listado de los fusilados y un texto que decía: "Todos ellos y por este orden, reposan en el cementerio de esta plaza, en la fosa general a la derecha al fondo, a medio metro aproximadamente de profundidad y a metro y medio de la pared, la cabeza con dirección hacia poniente".
