Una espectacular fotografía del Sol realizada por un aficionado a la astrofotografía ha sido elegida entre cientos de imágenes por la Agencia Espacial Europea para publicarla en su página oficial. El autor es el eldense Jordi L. Coy y la captó tras dos meses de paciente planificación tras situarse en la zona de La Canal de Petrer, a 3,5 kilómetros de distancia de la cima del monte Bolón de Elda, el lugar donde madre e hijo, Verónica Tormos y Unai, posaron para inmortalizar al astro rey con sus manchas solares junto a las siluetas de ambos y la de un pino.
El autor acostumbra a realizar un seguimiento del Sol para conocer su actividad y, dos días antes de hacer la fotografía, detectó un grupo grande de manchas en su superficie. Fue entonces cuando decidió pasar a la acción ya que la posición del sol varía a diario. Una vez que concretó que el 9 de noviembre de 2020 sería la fecha ideal, tuvo que rectificar la ubicación en la que debía emplazar su equipo para que todo coincidiera y ofreciera el resultado que finalmente se ha obtenido.
Pero a la primera no fue la vencida. Madre e hijo posaron como «modelos astrales» tras subir a la cima del Bolón, un monte emblemático para los eldenses. Además de dominar la ciudad, por su senda bajan todos los años los Reyes Magos, acompañados por su séquito, que ilumina con el fuego de las antorchas el serpenteante camino.
Pero, después de tenerlo todo listo y a punto de «disparar», una inoportuna nube se puso detrás de ellos y los planes de meses se vinieron abajo en cuestión de minutos. Superada la decepción inicial, al día siguiente lo volvió a intentar. De nuevo un frente nuboso amenazaba con frustrar los planes del autor, que sabía que no iba a tener otra oportunidad porque se esperaban tormentas para las siguientes jornadas y las manchas solares se iban perdiendo en intensidad y en posición ya que el sol también gira sobre sí mismo.
De nuevo Verónica y su hijo de 10 años ascendieron, por segundo día consecutivo, a la cumbre y en esta ocasión Jordi logró captar la instantánea que la Agencia Espacial Europea ha difundido por su belleza y su contenido científico. En este caso por haber captado las pequeñas manchas solares -una de ellas tiene el mismo tamaño que la Tierra- haciéndolas coincidir con el encuadre de la madre, el hijo y el árbol. Estas regiones del Sol, que se caracterizan por una gran actividad magnética y una temperatura más baja que toda la superficie que le rodea, van creciendo hasta que desaparecen cuando bajan de intensidad. De ahí la urgencia que tenía el autor por culminar su obra en el día indicado. Y todo ello con la única ayuda de una cámara Réflex Full Frame y un teleobjetivo de focal 150-600 mm. «La planificación fue una auténtica locura pero el resultado ha sido fantástico» dice satisfecho Jordi al haber logrado juntar, en la misma imagen, algo tan inmenso y lejano pero a la vez tan cercano. Son 149 millones de kilómetros los que nos separan de nuestra buena estrella. Ahí es nada.