El 20 de mayo de 1821 fue un día histórico para Petrer y este jueves se han cumplido 200 años de la celebración de Moros y Cristianos en la villa. Fueron 91 festeros los que se reunieron para constituir la Hermandad de San Bonifacio y aprobar los capítulos por los que debían regirse sus actuaciones y desarrollarse las fiestas. Una celebración que solo se ha interrumpido por la Guerra Civil y el coronavirus.
El documento de constitución de la Hermandad de San Bonifacio de Petrer confirma el origen de la fiesta en 1821 aunque no es descartable que pudiera ser anterior porque, según recoge el acta, «dicha sociedad se obliga perpetuamente a celebrar la festividad del Glorioso San Bonifacio Mártir que de inmemorial se ha celebrado en esta villa con el título de Moros y Cristianos». Este jueves 20 de mayo la efeméride ha alcanzado dos siglos. Pero hay que tener presente que desde 1808 existía una mayordomía dedicada al santo y que el voto a San Bonifacio Mártir se formalizó un 28 de junio de 1614, por lo que Petrer supera ya los cuatro siglos de devoción al santo romano.
Según explica la cronista oficial de Petrer, Mari Carmen Rico, del documento se desprende que la fiesta se concebía desde el «igualitarismo». Todos los miembros de la Hermandad pagaban 20 reales de vellón «para que no les sea gravosa la función, y que tanto los pudientes como los pobres puedan gozar el honor de ser y desempeñar el empleo de capitanes y alfereses de esta festividad», los cargos más importantes que se elegían por sorteo tanto en el bando moro como en el cristiano.
El documento del nacimiento de la Hermandad y sus capítulos para conmemorar la fiesta de 1822 es un tesoro por su antigüedad, y supone la fecha de partida o de institucionalización de la fiesta. Una joya histórica que se conserva gracias a la infatigable labor del cronista Hipólito Navarro Villaplana, que lo estudió y dio a conocer su contenido a través de una copia. En esa misma reunión, celebrada el domingo 20 de mayo de 1821, los miembros de la Hermandad también procedieron a elegir los cargos festeros para el año siguiente. Un niño, como mano inocente, se dirigió hacia la urna y sacó las boletas con los números que correspondían a los nombres de los capitanes y de los alféreces moro y cristiano.
Para la cronista oficial de Petrer la constitución de la Hermandad de San Bonifacio tiene una enorme importancia para la fiesta y para la comparsa Moros Viejos, pues de esa fecha arranca su partida de nacimiento. «Este año los Moros Viejos celebran su bicentenario y a la formación festera decana de la villa, y a las nueve comparsas restantes, les corresponde la responsabilidad de mantener fielmente el legado recibido. Y para ello emplazamos a todos los festeros que después de dos siglos mantengan en su corazón la ilusión que tenían nuestros fundadores, sean Moros Viejos o no, y que toda la familia festera colabore y participe en la celebración de este II Centenario».
Mari Carmen Rico lanza un deseo: «Que estos 200 años se puedan celebrar como la ocasión lo merece y que el espíritu y las ganas de esos pioneros de la fiesta sigan más vivos que nunca. Atrás quedan dos siglos de buen hacer, de seguir la tradición y de mejorar en pro de la fiesta y de todo el pueblo de Petrer». Dos siglos en los que la celebración más importante de la villa solo se ha visto interrumpida por la Guerra Civil y la actual pandemia del covid-19.
