La existencia de una profesión se justifica por su capacidad para satisfacer, de forma idónea y especializada, necesidades individuales y colectivas. Dicho de otro modo: «La necesidad crea el órgano». En el caso del Colegio de Gestores Administrativos, como especifica su presidenta María Teresa Vila, «ya anticipo que, mientras existan Administraciones Públicas, relaciones administrativas y procedimientos administrativos, obligaciones que cumplir y derechos que exigir por parte de ciudadanos, entidades y empresas, existirá una actividad profesional necesaria, específica y diferenciada, como es la de Gestoría Administrativa».

Bien es cierto que, por su propia naturaleza, por el grado de desarrollo económico y social alcanzado, por los marcos normativos internacionales establecidos (en el seno de la UE o de la OCDE, por ejemplo) y por los avances tecnológicos experimentados, en continua transformación y progreso, la forma en la que se prestan los servicios propios de la actividad que realizan los gestores, está sometida a un obligado proceso de cambio permanente, de adaptación continua.

Mientras existan Administraciones Públicas, relaciones y procedimientos administrativos, obligaciones que cumplir y derechos que exigir existirá la Gestoría Administrativa

«Pero eso, que en otros ámbitos pudiera tomarse como una amenaza real, como un serio riesgo profesional, debe considerarse -y nuestras largas experiencias histórica e institucional así lo acreditan- como una auténtica ventaja competitiva en el ámbito de la prestación de servicios, como un elemento diferencial que aporta un inequívoco valor añadido a nuestro trabajo, como una seña de identidad propia y distintiva ligada a nuestra imagen pública, a nuestra dimensión corporativa» destaca la presidenta.

Además, María Teresa Vila añade que, «la necesidad de esta profesión de Gestor Administrativo ha quedado demostrada durante estos meses tan complicados y difíciles que nos ha tocado vivir y que seguimos viviendo, donde la propia administración en pleno «estado de alarma» ha calificado nuestra profesión de esencial. Los gestores administrativos no hemos dejado de trabajar un solo día, 24 horas y siete días a la semana, con la filosofía de ser un puente entre ciudadanos, empresas y Administración, dando siempre respuesta a los problemas de la sociedad.