Procuradores-Mediadores en pro de una cultura de paz

Hablar de mediación en este tiempo convulso en el que atisbamos una esperanza por la baja incidencia del covid en los últimos días, es sentirse acompañada por la realidad. Ante la multitud de conflictos que nos rodean no podemos dejarnos arrastrar de nuevo hacia ese lado de negatividad y pesimismo, los problemas están y seguirán, en nosotros está la opción de manejarlos de manera que supongan un punto de partida a partir del cual podamos dar un cambio hacia mejor.

Para ello es importante acudir a un mediador profesional, y si además es Procurador hay un plus de experiencia añadido, nuestra profesión conlleva la acción, trabajar para la consecución de los objetivos del procedimiento con la mayor eficacia, hacer todo lo posible dentro de la legalidad vigente para llevar a buen fin el mandato que nos ha sido encomendado, lo que supone no poca creatividad, investigación, estudio etc…

Pero también supone tener una gran capacidad de escucha al encontrarnos a diario, en diversas posiciones procesales, nutriéndonos constantemente de las múltiples realidades, de esas verdades que cada parte esgrime con el convencimiento de que se halla en la verdad absoluta, conflictos de tan diversa naturaleza que nos confieren un lugar privilegiado como observadores.

Un mediador-procurador, con una buena formación, va a conducir a las personas en conflicto hacia una cultura de paz, hacia una comunicación no violenta, transformativa, reflexiva, que únicamente puede aportarles soluciones y un futuro mejor.

Más información en su web.