Ocurrió sobre las 9,27 horas de la mañana, del pasado 9 de marzo, a la altura del número 53 de la calle San Vicente de València. Un joven, que no estaba en sus plenas facultades mentales, por razones que se desconocen, se empeñó en subir al autobús de la línea 64 de la EMT. El conductor del bus le indicó que no podía acceder al vehículo fumando, tal como respeta y entiende todo el mundo, y como dictaminan las leyes y las ordenanzas que regulan el uso del transporte público en València y en toda España.