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Arriba, en etapa infantil con el Hércules. Abajo, con el Inter.

Un herculano en el Inter

El joven, de 18 años, juega de delantero y ha sido convocado por Roberto Mancini para un amistoso ante el Milán

Por el nombre debía ser guardameta, pero salió delantero. Miguel Marí, hijo de Miguel Marí, futbolista del mismo nombre que defendió como portero la camiseta del Hércules durante cinco temporadas, asumió a temprana edad que era más gratificante anotar goles que encajarlos. Por ello optó por añadir otro '1' al dorsal de su padre, opción que no le ha ido mal del todo, al menos hasta ahora. Así, como extremo zurdo o como segundo delantero, el joven Marí ha trazado a sus 18 años una fulgurante trayectoria que le ha llevado desde el Hércules infantil hasta el Inter de Milán, club italiano en el que, de la mano de su primer entrenador, Roberto Mancini, ha entrado recientemente en una convocatoria del primer equipo para la disputa del torneo amistoso Berlusconi ante el Milán, organizado por esta última entidad.

Marí se inició como alevín en la cantera del Alicante, pero pronto dio el salto al club vecino tras ser seguido por Juan Antonio Carcelén y Miguel Aracil, integrantes del cuerpo técnico de la cantera del Hércules. «Jugaba de extremo», recuerda Carcelén, «era un chaval delgado con buena zancada y buena técnica. Manejaba bien la pelota y tenía bastante calidad. Era infantil y decidimos incorporarlo al club».

Su paso por el Hércules infantil dejó huella dado que los ojeadores del Valencia también tomaron nota de las cualidades del joven Marí, al que incorporaron como cadete. En el club de Mestalla, el alicantino continuó hasta el pasado verano, fecha en la que se desvinculó para ingresar en el Inter, club que también siguió sus pasos a través de la red de técnicos que peinan la península en busca de jóvenes valores.

Incorporado al Inter de Milán Sub-19 (allí llamado equipo primavera), Marí se ha abierto camino hasta ser convocado por el primer equipo para disputar el trofeo milanista «Berlusconi», anotado en esta última edición por el Inter ante su eterno rival. El sueño, por el momento, no se ha completado dado que exherculano se tuvo que conformar con ver el césped desde el banquillo.

«Este es un año de aprendizaje», sostiene desde Italia el delantero, que continúa adaptándose a un «fútbol diferente». «Noto más exigencia física que en España. Se entrena durante más tiempo, pero me voy adaptando».

Miguel Marí, que por cuestiones de edad, solo ha podido ver a su padre en acción a través de youtube, asegura desde su exilio italiano que sigue al Hércules «muy de cerca». «Soy alicantino... y nunca se sabe lo que puede pasar en esta profesión», advierte.

En principio, el delantero firmó un contrato de un año con opción a renovar durante dos temporadas más en el Inter. «Ya veremos qué depara el destino», señala.

Mientras tanto, Marí junior escucha hablar de las hazañas de Luis Suárez, el legendario delantero coruñés que se convirtió en ídolo en el Inter, y atiende consejos, historias y aventuras de su padre, quien confía en alguna visita en encontrar por esos lugares a Damiano Longi, aquel italiano con el que compartió vestuario en el Hércules y que nadie parece conocer. Pero eso es otra historia.

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