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El rival de hoy

Un cromo por bando

Si en el club alicantino Chechu marca el camino de la esperanza, en el leridano ese papel es cosa de Juanto

Enrique Ballester recuerda en su artículo en Levante, «La memoria»: «He crecido convencido de que mi primer álbum Panini del Mundial fue el de México'86, pero ahora pienso que solo tenía tres años y lo más normal debió ser que mi padre me utilizara como yo utilizo ahora a mis hijos, yendo con ellos a comprar cromos para que parezca que no son para mí, por si cuela, sino para ellos». A buen seguro que Ballester, que nació en Castellón en 1983, coleccionó en otros tiempos cromos del Lleida y del Hércules, que estaban hechos unos cromos y ahora han recobrado la ilusión de un aspirante. Y, en gran medida, es gracias a dos jugadores, uno por cada bando, Juanto Ortuño y Chechu Flores. No se mueven por la misma demarcación, no nacieron próximos ni en año ni en lugar y no son, especialmente, atractivos. Sin embargo, son los actuales ídolos de miles de personas. Ahí es nada. Y hoy guardan la llave para seguir ilusionando a los suyos. Últimamente lo meten todo. Y sumando los tres puntos, el horizonte parecería más claro. Habría tiempo para llegar y los contrincantes parecerían menos gigantes, más asequibles.

Y en la que hoy se dibuja como una auténtica final, el Hércules tiene a favor el factor campo. Motivaciones sobran para disfrutar de la fiesta y ganar. Si además, Cornellà y Elche no hacen los deberes, la jornada habrá resultado completa. Si tenemos en cuenta los números, el conjunto visitante está produciendo factores más positivos, sobre todo, en victorias, goles y posesión. Los locales se imponen por su gran racha de solo encajar en diez jornadas de las últimas veinte. Visto lo visto, volverá a ser necesario que aparezca la figura de Chechu para rescatar a un Hércules que tiene en sus botas volver a pelear para subir a Segunda. Salir en los álbumes es otro cantar.

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