La plantilla del Hércules recibió ayer tras el entrenamiento en el vestuario del Rico Pérez con un fuerte aplauso a Saúl Zamora, un joven seguidor blanquiazul de 12 años y residente en San Vicente del Raspeig, que sufre distrofia de conos, una rara enfermedad que le ha hecho perder un 90 por ciento de agudeza visual y para la que no se conoce remedio ni tratamiento. Acompañado de su padre Olegario, Saúl se declaró muy emocionado «por cumplir el sueño» del encuentro con sus ídolos del Hércules y se marchó a casa con una camiseta del equipo que le entregaron sobre el césped del Rico Pérez los capitanes Chechu y Samuel y el entrenador Lluís Planagumà.