Carmelo del Pozo se ha topado con la primera piedra en el camino, la campaña de abonos, algo muy espinoso y que ha levantado muchas ampollas en la afición del Hércules. La situación es distinta a la de otras temporadas, sin ir más lejos la pasada cuando el blanco de todas las críticas fueron Ortiz y Ramírez cuando se hizo pagar a los abonados por entrar al partido de Copa ante el Recreativo. En esta ocasión, el director deportivo es la cara visible de un club en el que hace prácticamente todo. El máximo responsable deportivo sirve de parapeto en estos momentos de los máximos accionistas, que sabían lo que hacían cuando le dieron las llaves del Rico Pérez a Del Pozo. Eran conscientes de que si venían curvas el primer señalado sería él en primera instancia. Ya en la comunicación de su nombramiento los dueños del Hércules evitaron ponerle la etiqueta de director deportivo e introdujeron la de asesor deportivo de la entidad.

Con todo, su misión es la de controlar todo el organigrama deportivo del Hércules pese a que en la práctica su radio de acción es mucho más amplio. Ha sido parte importante en la campaña de abonos, se ha encargado personalmente de que el club tuviera pudiera disponer de compra online para sacar los abonos (algo inimaginable en otras épocas) entre otras muchas cosas que nada tienen que ver con su misión de trabajar en la planificación deportiva, algo que ha realizado con un resultado difícil de mejorar y que ha ilusionado a toda la afición.

Saliendo del terreno meramente deportivo, Carmelo ha sufrido un desgaste innecesario con la polémica campaña de abonos en la que el Hércules se ha visto obligado a rectificar por segunda vez ante el creciente número de protestas cuando su verdadera función es la de fichar jugadores. De hecho, hasta el momento no había desempeñado una función como la que está realizando en el Hércules. Ha sido jugador (portero), preparador físico (Alicante y Betis), secretario técnico y director deportivo. Nunca un cargo con tal peso como el que está llevando a cabo en el Hércules. Mientras, Ortiz y Ramírez aparentemente se han echado a un lado en cuanto al trabajo diario con la ventaja de que Carmelo les sirve de parapeto para las críticas de los aficionados.

Por otra parte, el club sigue a la espera de un patrocinador. La pérdida de ingresos que se espera en lo que se refiere a abonos y también de la de taquilla en cada partido obliga a los máximos accionistas a redoblar esfuerzos para sacar adelante un curso lleno de incertidumbres. Además, el proyecto deportivo para este curso es el más ambicioso de esta etapa en Segunda División B: Ortiz y Ramírez le dieron a Del Pozo 1.750.000 euros para confeccionar la plantilla. Por si fuera poco, el buen hacer del nuevo director deportivo caló hondo en el seno de la entidad y los máximos accionistas accedieron a la petición de Del Pozo de ampliar un 20% el presupuesto, confeccionando una plantilla debutará en la competición ante el Alcoyano dentro de menos de dos semanas. El nuevo proyecto está a punto de empezar a caminar de la mano de David Cubillo.

El Alcoyano empata ante el UCAM (0-0)

El Alcoyano empató a cero ante el UCAM en un nuevo amistoso del equipo de Vicente Parras, que esta temporada volverá a jugar en la Segunda División B. El conjunto blanquiazul dejó buenas sensaciones en su encuentro de pretemporada y ya ultima su preparación para el primer partido de la competición liguera en El Collao ante el Hércules en menos de dos semanas. Javier Antón formará parte de la primera plantilla del Deportivo esta temporada. Tras su paso por el Rayo Ibense, vuelve a vestirse de blanquiazul. El Alcoyano espera firmar una buena temporada en su reencuentro con la categoría de bronce. Además, en breve tendrá nuevo presidente.