Descanso dominical sin sobresaltos... y sin lamentar daños. El Hércules, privado de fútbol por el brote de covid localizado en el que debía ser su oponente (Llagostera) el fin de semana, ha visto como solo uno de sus rivales directos en la pugna por «ascender» a la liga Pro (Primera Nacional RFEF) ha puntuado esta jornada. El empate, ayer, del Badalona frente al Atlético Levante y la derrota del Lleida en La Nucía, el sábado, permite a los blanquiazules depender enteramente de sí mismos y, al tiempo, quedarse a solo un triunfo del líder Cornellà, que suma dos partidos más que los alicantinos.
Manolo Díaz encara la preparación de una semana decisiva con todos sus futbolistas disponibles. El único que tiene difícil llegar al sábado es Darren Sidoel. El neerlandés arrastra molestias en el sóleo y realiza trabajo específico de recuperación. Los demás, trabajan con la misma intensidad. Jon Erice y Moisés García han entrado en dinámica de grupo y están a disposición del técnico madrileño por si los necesita.
El parón forzoso de la competición es el preludio a siete días intensos en los que el proyecto diseñado por Carmelo del Pozo se juega el único objetivo que le queda este curso: meterse en el grupo de 40 equipos que el ejercicio que viene integrarán el tercer peldaño del fútbol nacional. Tres partidos en una semana para enderezar una temporada marcada por la decepción de no pelear por el regreso a la Liga SmartBank (Segunda División). Lleida, Llagostera y Badalona son los tres rivales con los que tiene que medirse el Hércules, los dos primeros en el Rico Pérez, de forma consecutiva, el sábado (18 horas) y el miércoles (17 horas), respectivamente; y el tercero, sobre el césped artificial del Estadi Municipal de Badalona, pendiente de fijar horario, bien sábado 8 de mayo, bien el domingo 9.
Si los alicantinos son capaces de superar al conjunto ilerdense, arropado por mil espectadores en las gradas, encadenarán tres triunfos, algo que no ha sucedido todavía esta campaña.
