Fue siempre de los primeros en renovar su abono con el Hércules. Daba igual la categoría en la que estuviera el conjunto blanquiazul. Y así durante 85 años ininterrumpidos. Era Alfredo José Llorca, el socio más antiguo del Hércules que falleció a los 94 años tras una vida en la que compaginaba su amor al balonmano y al Hércules.
El club comunicó la noticia durante la tarde de ayer a través de las redes sociales. «El Hércules de Alicante CF está de luto por el fallecimiento de don Alfredo José Llorca. Abonado más antiguo de nuestra entidad. Nuestras condolencias a sus familiares y seres queridos. DEP», destacó la entidad para anunciar la noticia. Se guardará un minuto de silencio antes del encuentro de este domingo en el Rico Pérez a las 18 horas ante el Atlético Levante.
Alfredo José jugaba al balonmano el tiempo que le permitía su trabajo en el Banco Hispano Americano, tal y como detalla David Rubio en su biografía publicada en Alicantepedia. Se convirtió en uno de los jugadores más destacados de Alicante. Con el Obras del Puerto ganó varios campeonatos locales y provinciales, disputó la Copa de España y defendió los colores de la selección alicantina. En 1963 pasó a ser su entrenador principal logrando la permanencia de forma holgada. Alfredo entrena a algunos de sus antiguos compañeros como Vázquez, Iván Martínez, Rafael Such o Martínez Payá. También a otros jóvenes prometedores, como Pitiu Rochel. En la temporada siguiente Ángel Cía vuelve a ser el entrenador del equipo, por lo que Alfredo pasó a la directiva.
Sin embargo pocos meses después vuelve a coger las riendas de la plantilla cuando Cía dimite por problemas de salud. De nuevo consigue lograr la permanencia en División de Honor, repitiendo éxito en la 65-66. El equipo empieza mal la 66-67 y es sustituido por Cía a mitad de temporada. Aún así el Obras del Puerto acaba descendiendo por primera vez en su historia. Después de esta decepción Alfredo fichó como entrenador del juvenil femenino del equipo del colegio de los Jesuitas. Regresó como técnico del Obras del Puerto para la temporada 70-71, en la que logró volver a ascender al equipo a la División de Honor. El balonmano y el Hércules fueron su vida y en 2014 ya era el abonado número uno del Hércules al haberse sacado el carnet todas las temporadas ininterrumpidamente desde los años 30 cuando el equipo jugaba aún en el Estadio Bardín.
