Tocaba dar un golpe de autoridad y el Hércules lo hizo. Con un buen primer tiempo adornado con dos goles. Y un segundo tiempo repleto de trabajo, esfuerzo y una dosis de fortuna que siempre es importante en el deporte. Sergio Mora como es lógico tras un tres a cero decidió mantener el once inicial. Con la novedad destacada del regreso a la portería de Adri López, no jugaba desde su expulsión en Alzira, para suplir a Jesús Fernández baja por un esguince de tobillo. El resto lo esperado, con Aketxe de nuevo como referencia en ataque y Carlos David con continuidad junto a Tano en el centro de la defensa. El viento fue el invitado inesperado y complicó que el partido tuviese fluidez. Los dos equipos arrancaron activos en la presión, pero con los visitantes más cómodos en el centro del campo.
El Hércules creció y lo aprovechó Isaac Aketxe con un gol tan preciso como precioso. Capturó un balón en la línea de fondo y casi sin ángulo superó al meta Pol Ballesté por arriba. Un tanto que premiaba la puesta en escena de los de Sergio Mora. El Melilla sintió el golpe y los visitantes mantuvieron su mando. Eso sí, con poco ritmo en un encuentro muy marcado por el viento y el irregular estado del césped. Lo curioso es que se adaptó mejor el Hércules a un escenario áspero para jugar al fútbol. Aunque creció el dominio local por la inercia del marcador, no había sobresaltos en defensa. Fue entonces cuando apareció Carlos David al límite del fuera de juego, ejerció de nueve puro, controló un pase de Pedro Sánchez e hizo el segundo para retirarse al descanso con un buen regusto de boca y sensación de superioridad.
Con el viento a favor el primer tiempo fue casi perfecto. Pero quedaba resistir. Se volaban en el descanso hasta las sillas de plástico de los asistentes. El Melilla intentó aprovecharlo con un fútbol más directo pero los de Mora no estaban para concesiones. Cada minuto que pasaba era una pequeña victoria para los visitantes, empeñados en defenderse con balón y sin errores. Aunque conscientes de que el partido tenía dificultades añadidas al margen de la calidad del oponente.
Las complicaciones se multiplicaron con un penalti de Bikoro. Pero Adri López sabía que era su momento, adivinó la intención de Iker y evitó el primer tanto local. Otra acción que marcó un partido lleno de intensidad. El Melilla no se arrugó con el error y mantuvo su intensidad en busca del gol. Entonces Mora reacción desde el banquillo dando oxígeno a su ataque con la entrada de Nico Espinosa y Raúl González. La situación se complicó con el gol local. Desde un saque de esquina llegó el tanto que tanto buscaba el Melilla y quedaban por delante diez minutos para sufrir. El descuento de seis se hizo eterno con dos claras ocasiones para los locales. Pero no llegó el gol del empate y esta vez hubo un poco de fortuna. Triunfo valioso y trabajado. El Hércules entra en la racha buena y se afianza en la zona noble de la clasificación.
