Sin apenas tiempo para digerir el mal trago de perder la tercera plaza en un encuentro de muy dudoso gusto futbolístico, Carmelo del Pozo trató de ponerle la mejor cara a un tiempo de angustia y desasosiego, tanto dentro como fuera del vestuario. El trazo de desastre que dejó el empate con el descendido Marchamalo en la última jornada de la fase regular, en la que los blanquiazules dependían de sí mismo, pero no dieron la talla, ha llevado al director deportivo a intentar pasar página, aunque sea de manera verbal.

El arquitecto del proyecto sostiene que las inercias que llevan los equipos pasan a un segundo plano cuando llegan las eliminatorias de una fase de ascenso. El técnico segoviano desconfía de la supuesta modestia del Unión Adarve, un equipo forjado en el barrio de El Pilar de Madrid sin apenas masa social y con unos números muy similares a los del Hércules a pesar de haber finalizado segundo del grupo 1.

«Esta es otra competición, una corta muy diferente a lo que ha pasado en las otras 34 jornadas», dijo Del Pozo, que mantiene la fe en el vestuario que gestiona Sergio Mora a pesar de no haber podido vencer en los dos últimos encuentros a oponentes descendidos hace semanas.

El director deportivo blanquiazul cree que el cuadro que entrena Diego Nogales es «muy buen equipo, como cualquier segundo de un grupo», y destacó de su rival el sábado (21.30 horas) que se trata de un bloque «que sabe cómo se juega en esta categoría», dejando entrever que los madrileños apuestan por el pragmatismo y no por el juego preciosista.

«Le ha competido hasta el final a un grande como el Pontevedra. Tendremos que hacer un muy buen partido para salvar esta eliminatoria», indicó, Del Pozo antes de añadir que será «un partido a cara o cruz y no vale otra cosa que ganar», reiteró el técnico castellano tras ensalzar la capacidad goleadora de sus dos delanteros, Montejo y Portero, que suman doce dianas cada uno en la presente campaña.

«Tenemos que pensar en nosotros y dar un paso adelante en todos los sentidos. Dar un puñetazo encima de la mesa y demostrar que somos merecedores de pasar», explicó el director deportivo blanquiazul antes de pedir a sus futbolistas que sean «fuertes mentalmente»