Segunda RFEF

El Hércules gana al Andratx a cámara lenta

Un tanto de Roger Colomina en la primera mitad permite a los blanquiazules sumar su cuarto triunfo, el tercero seguido en el Rico Pérez

Los blanquiazules hacen pocos méritos para superar a un equipo sin interés ofensivo

Pedro Rojas

Pedro Rojas

Septiembre lento, anguloso, infinito. Un mes pesado, en cuesta arriba, repleto de llamadas a la rebelión para no morir de hastío, para notar que hay más allá de la rutina de latir. A veces, ni ganando un partido a cámara lenta se alivia la angustia de un año nuevo en el que se atisban por momentos los males pretéritos, los que tienen al Hércules jugando partidos que no se acaban nunca, en los que apenas sucede nada, en los que cuesta recordar algo que valga para justificar la subida de las escaleras que dan acceso al estadio. En esas noches soñolientas lo mínimo es sumar los tres puntos. Si no lo haces, la impotencia y la sensación de fracaso de los mártires que sacrifican sus sábados se multiplica, crece como una metástasis violenta en organismos indefensos.

Cuarta victoria en cinco semanas, la tercera seguida en el Rico Pérez. Son trazos que deberían servir para pintar un futuro hermoso, un presente luminoso, un día a día con más felicidad que pesadumbre. Pero no se consigue. El susto en el Narcís Sala pasó factura, más de la que preveía su entrenador, que trata de proponer una realidad que no se ajusta a lo que se puede ver a simple vista. Al Hércules le hará falta más que repetir compulsivamente que «los futbolistas se dejan el alma en el campo» porque si es así, no se entiende como el Andratx, sin ninguna voluntad atacante, obligó a Carlos Abad a ser determinante para evitar un descalabro que, por momentos, resonó con un eco desagradable por los vomitorios.

Samu Vázquez pide explicaciones al colegiado desde el césped tras ser derribado.

Samu Vázquez pide explicaciones al colegiado desde el césped tras ser derribado. / Jose Navarro

Veinte segundos de una jugada imprevista valieron para tapar 96 minutos de bochorno, de bostezo, de un equipo incapaz de pasarse el balón sin desplazamientos largos y otro sin plan previsto para cercar el área al margen del patadón y tentetieso. 

Fue a la media hora. Antes, lo único a subrayar, las dificultades habituales de un sector de la hinchada para llegar a tiempo a su butaca, los gritos corales en contra de la propiedad, el tráfico clandestino de cartulinas reivindicativas para evitar ser requisadas por la seguridad, un error de Josema que permitió a Juancar disponer de una ocasión clara, un chut lejano del Andraxt sin consecuencias y otro a bote pronto del delantero balear que Josema evitó que llegara a la red con el glúteo.

Sin velocidad, sin ritmo, sin circulación productiva, sacudiéndose el balón, provocó el Hércules un saque de banda. Y ahí, en esa acción que históricamente se le atraganta a los blanquiazules, Candelas se dio prisa para poner en juego el balón. Encontró a Jean Paul libre de marca dentro del área rival. El galo avanzó con buena pisada, observó de reojo la llegada de Roger Colomina y le puso la pelota entre el lateral y el arquero. El mediocentro, en un ejercicio soberbio de potencia, fe y anticipación, le ganó la posición a Miquel Jaume, estiró la bota y golpeó con los tacos la bola sin que Vicenç, vendido, acertara a evitar el primer tanto, el que se suponía que abriría la lata de conserva de doble refuerzo blindado con la que se plantó el Andratx sobre el césped del Rico Pérez justo después de hacerse muchas fotos para el recuerdo.

Los aficionados de Tribuna festejan el gol de Roger Colomina en el minuto 32.

Los aficionados de Tribuna festejan el gol de Roger Colomina en el minuto 32. / Jose Navarro

Medio minuto de una jugada sin ensayo aparente, fuera de foco, pero ejecutada de manera muy inteligente le valió a los blanquiazules para recuperar el sitio, la tranquilidad, el peso del juego. Le duró un cuarto de hora, justo hasta que se extinguió la primera parte. En ese rato, primero Mangada y luego Samu Vázquez pudieron echar el cerrojo al choque. Fallaron los dos.

La superioridad local era tan notable y el conformismo balear tan poco usual, que la reanudación se convirtió en una foto fija, en un equipo sin ninguna necesidad de atacar y otro feliz con que no le atacasen. En esa dinámica de letargo jurásico, de bocas abiertas en cadena, de asiento en asiento, sin ninguna brillantez, sin nadie que de verdad quisiera la pelota para darle profundidad, lo único que podía hacer peligrar el triunfo herculano era un fallo garrafal.

El Hércules fue incapaz de crear una sola ocasión de gol en toda la segunda mitad y acabó con once hombres en el área propia

Lo hubo. Juanmi trató de hacerse con un balón llovido y calculó mal. Perdió de vista el balón y el control de la acción defensiva y el Andratx montó un contragolpe rápido que le permitió plantarse en el área. Carlos Abad, que ya había tenido que intervenir para desmontar centros laterales y una falta en la frontal de los baleares, hizo una parada colosal para salvar a sus compañeros de un fiasco de consecuencias incendiarias a seis minutos del final reglamentario.

El guardameta volvió a aparecer en el 94 para deshacer otro remate de Aveldaño que dejó helada la grada en una noche de bochorno, sin brisa. Las rotaciones de Torrecilla no le aportaron nada al juego, otra vez, y el Hércules terminó con once hombres metidos en el área, la suya propia... El miedo pesa. Hace mella, y a pesar de las cuatro victorias, el equipo empieza a vivir los choques con una angustia impropia de quien quintuplica en presupuesto a su adversario. Ganar alivia, sí; y se ha de festejar siempre, pero todos los enemigos que aún quedan no serán el Andratx, por desgracia.

Los jugadores del Hércules se esfuerzan para defender un centro lateral del Andratx.

Los jugadores del Hércules se esfuerzan para defender un centro lateral del Andratx. / Jose Navarro

FICHA TÉCNICA

HÉRCULES: Carlos Abad, Josema, Candelas, Roger Colomina (Míchel Herrero, min. 87), Artiles (De la Nava, min. 72), Jean Paul (Alvarito, min. 64), Samu Vázquez, Juami, Carlos Mangada (César Moreno, min. 72), Ketu (Galvañ, min. 87) y Diego Lorenzo.

ANDRATX: Vicenç Sabater, Aveldaño, Kévin García, Bonet, Castedo, Isma, Juankar Martínez (Llabrés, min. 65), Ramis (Flaqué, min. 78), Giaquinto (Matías, min. 65) y Alberto (Garry, min. 65).

GOL: 1-0, min. 32: Roger Colomina.

ÁRBITRO: Fulgencio Madrid Martínez (Cartagena). T amarillas: a Colomina, del Hércules, y a Flaqué, del Andratx.

ESTADIO: Rico Pérez. 5.256 espectadores, 50 de ellos llegados desde Andratx.