Este año en Hogueras tendremos en Alicante una segunda fuente de Luceros, la que habrá en el solar de Doctor Rico donde planta la comisión de Polígono de San Blas. Porque el monumento que está terminando el artista alicantino Fran Esplá es una reproducción de la fuente de Bañuls de 15,5 metros de altura por 15 de base, hecha a escala, en una interpretación de actualidad por el deterioro de la escultura que a punto estuvo de provocar el traslado del tradicional concurso pirotécnico a la plaza de la Estrella.

«Un año de luz» reproducirá el vaso de la fuente de Levante, una pileta de 16 metros de diámetro, en cuyo centro se eleva la torre central que abriga en cada esquina uno de los famosos caballos. En la parte delantera estará la escena presentada por el autor a la Exposición del Ninot, la musa de la inspiración que acuna a un bebé: el escultor Bañuls, creador de esta obra.

Cada caballo, lo más complicado de hacer para el artista, estará pintado de vivos colores representando una estación del año y lo que le va sucediendo a la ciudadanía con la fuente de Luceros como testigo. A los pies de cada caballo habrá cuatro murales con crítica política, por la frialdad de la clase dirigente hacia el ciudadano; festera, con una mascletà representada por petardos y tracas y alusiones al deterioro de la fuente; de temas generales como el amor; o del cuestiones locales como el Hércules. Crítica de la que se encarga el ceramista Morán Berruti. «Hacía años que queríamos hacer una colaboración juntos. En mi caso he hecho una interpretación de la fuente a mi estilo porque era absurdo hacer sólo la escultura. Luceros es una cosa nuestra y la defenderemos siempre», dijo Esplá.

La crítica política será la más punzante. «Estará la muerte, que representa al estado político que tenemos y cómo afecta negativamente a la cultura y el patrimonio, a la sanidad, a la dignidad humana, a los cimientos de un país». También un mural representativo de Alicante con la Santa Faz mirando el Benacantil y en medio una puesta de sol, con un estilo mozárabe de arabescos y calados.

El artista empezará a trasladar el monumento el martes próximo por la noche. «El proyecto nació de la comisión, ellos me propusieron la idea y lo vi apetecible puesto que Luceros es el centro neurálgico de la ciudad, de allí salen los desfiles de Hogueras y cualquier manifestación, y forma parte de nuestra vida. Despierta un cariño especial». El constructor consigue adaptar la fuente de Levante y los caballos de Bañuls al estilo fogueril «y al mío propio, etéreo, abierto y cristalino. Pensé que le podía sacar partido y por sus dimensiones tendrá presencia pese a plantar en un descampado». Dentro de ese estilo, la hoguera carecerá de ninots ya que Esplá suele apostar por los murales para salir de lo establecido. Para su obra, ha empleado madera de chopo y pino, que quedará a la vista para que el visitante pueda observar la estructura de la hoguera desde algunos puntos.

«Será una hoguera muy clara y limpia en contraste con puntos de color muy fuerte en los caballos para evitar que quede como una escultura de piedra. Aparte de que el color primitivo de la fuente ya no existe con todo lo que le han hecho, el óxido y la humedad». Su mensaje es que hay que cuidar la fuente de Luceros, de lo contrario no llegará a las futuras generaciones.