«Queríamos una mascletà dura, dura y dura», aseguraba el gerente de Pirotecnia Alicante Focs i Artifici, Pedro Luis Sirvent, instantes antes de que arrancara la tercera mascletà del ciclo de Luceros, la primera y única a cargo de un pirotécnico de la ciudad de Alicante. Al final, consiguió un final «duro». Y muy poco más. De hecho, la incertidumbre se hizo con los presentes en el entorno de la emblemática plaza durante la fases intermedias del disparo, ya que por instantes daba la sensación de que la mecha se había apagado. En realidad, la intensidad había bajado más allá de los mínimos recomendables, tras un correcto inicio de fuego aéreo, que superó los tres minutos.

La pólvora se guardaba para el final de la mascletà, y así poder ofrecer un «terremoto de los que gustan en Alicante, para vibrar», según el pirotécnico, satisfecho al final de la mascletà por el «cariño» que le dedicó su «gente», que incluso llegó a pedir una simbólica oreja desde algunos balcones de edificios de los que dan a Luceros, aunque de manera aislada.

Y es que el final de la mascletà -sobre todo, la larga fase terrestre- fue el verdadero protagonista del tercer disparo de Hogueras. De hecho, se pudo ver a algunos miembros del jurado de las mascletàs asentir con la cabeza, como gesto de aprobación, en los últimos segundos de un disparo que se prolongó mucho más allá del mínimo exigible por las bases del Ayuntamiento. Así, el alicantino Pedro Luis Sirvent «regaló» más de un minuto extra a los alicantinos.

Hoy será el turno para una de las mascletàs más esperada por los alicantinos en Luceros, la que lanza la pirotécnica castellonense Reyes Martí, una fija en Hogueras. La expectación es más que alta.