El presidente de EEUU, Barack Obama, condenó hoy el uso de la violencia por parte del Gobierno sirio contra los manifestantes, y acusó al presidente Bachar al Asad de buscar la ayuda de Irán para reprimir las protestas en su país.

"EEUU condena en los términos más enérgicos posibles el uso de la fuerza por parte del Gobierno sirio contra los manifestantes. El uso indignante de la violencia para reprimir las protestas tiene que cesar inmediatamente", afirmó en un comunicado en el tono más duro que ha empleado con Siria desde el inicio de las protestas.

Obama consideró que los pasos dados por el presidente sirio, Bachar al Asad, para derogar la Ley de Emergencia, en vigor desde 1963 y que es una de las principales exigencias de los grupos de oposición, y permitir las manifestaciones pacíficas, "no iban en serio" a la luz de la represión violenta de hoy de las protestas.

Obama acusó a Al Asad y a las demás autoridades sirias de "anteponer su interés personal al de los sirios, al recurrir a la fuerza y cometer violaciones de derechos humanos escandalosos, lo que se suma a las medidas de seguridad ya de por sí represivas en vigor antes de que comenzaran las protestas".

El presidente de EEUU acusó además directamente al mandatario sirio de buscar la ayuda de Irán para reprimir las protestas. "En lugar de escuchar a su propio pueblo, el presidente Assad culpa al extranjero, mientras que al mismo tiempo busca la ayuda de Irán para reprimir a los ciudadanos sirios con las mismas tácticas brutales que han empleado sus aliados iraníes", señaló Obama.

En este sentido, instó al líder sirio a "cambiar de curso ahora" y "hacer caso a los llamamientos de su propio pueblo".

"Nos oponemos enérgicamente al trato que da el Gobierno sirio a sus ciudadanos y seguiremos oponiéndonos más generalmente a su continuado comportamiento desestabilizador, lo que incluye el apoyo al terrorismo y a grupos terroristas", agregó.