Batalla global por los minerales

Estos son los materiales estratégicos que hacen funcionar tu móvil

Los móviles están ya tan normalizados que es fácil olvidar que, en última instancia, están compuestos por una amalgama de minerales que se extraen del subsuelo y que se refinan en laboriosos procesos para que puedan ser útiles

Imagen de una mina de cobalto.

Imagen de una mina de cobalto. / ShutterStock

Carles Planas Bou

"Esta es una revolución de primer orden". No mentía. El 9 de enero de 2007, Steve Jobs subió al escenario para presentar el iPhone, el primer móvil inteligente que incorporaba internet de alta velocidad. Ese dispositivo transformó para siempre la telefonía y normalizó el poder llevar un ordenador en tu bolsillo. Casi 17 años después, en el mundo hay unos 8.580 millones de 'smartphones', según datos de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, más que la población global.

Los móviles están ya tan normalizados que es fácil olvidar que, en última instancia, están compuestos por una amalgama de minerales que se extraen del subsuelo y que se refinan en laboriosos procesos para que puedan ser útiles. Se calcula que en la fabricación de cada dispositivo entran en juego al menos una decena de materiales. Aunque la composición varía dependiendo de la marca, los más comunes son el silicio (25%), el plástico (23%), el hierro (20%), el aluminio (14%), el cobre (7%), el plomo (6%), el zinc (2%) y el estaño y el níquel (1%).

Todos ellos tienen una importancia vital. El silicio, el cobre y el estaño son parte esencial de los semiconductores, que funcionan como cerebro de todo dispositivo electrónico. Su corazón, las baterías, están compuestas de litio cobalto. Los circuitos se recubren de aluminio para protegerlos de la radiación electromagnética de las antenas, mientras que los micrófonos y los altavoces se sirven del zinc.

Si damos un vistazo a la tabla periódica en su conjunto, son casi 30 los elementos químicos que en total dan forma a un móvil. Así, materias como el carbono o el magnesio se encuentran en la carcasa, otros como el indio o el gadolinio permiten que la pantalla sea táctil y otros como la plata, el tántalo, el praseodimio o el galio sirven para dotar de mayor conductividad los componentes eléctricos que entretejen las entrañas de todo 'smartphone'.

Ventaja de China

Estos minerales están repartidos de forma desigual por el mundo. Así, China es el mayor productor de silicio, de plástico, de aluminio, de cobre, de zinc y de estaño, el segundo en la producción de hierro y el tercero de cobre y litio. Eso ha supuesto una ventaja para la industria de la telefonía china, que en poco más de una década ha pasado de una posición marginal e irrelevante a situar a tres de sus marcas (OppoXiaomi Vivoentre las cinco con más ventas del mundo.

Durante años, Occidente optó por relegar al gigante asiático la extracción y refinamiento de estos materiales. Pekín, que ya los consideraba estratégicos, ha aprovechado su acceso a recursos geológicos tan preciados para disputar a Estados Unidos el liderazgo económico y tecnológico mundial. La creciente dependencia de China ha llevado a otras compañías como el gigante estadounidense Apple a diversificar sus fuentes en una cadena de suministro altamente fragmentada. El iPhone, su buque insignia, necesita componentes de más de 200 proveedores, 94 líneas de producción y unos 400 pasos para su ensamblaje, según The New York Times.

Estos procesos son troncales para el desarrollo tecnológico, pero también altamente degradantes tanto para el medio ambiente como para la salud de los mineros que se exponen a ellos. Además de su toxicidad climática, a la industria la persigue su vinculación con escenarios violentos y de falta de derechos laborales. Así, la mayoría de minerales críticos se extraen así de países inestables y algunos como el estaño, el tantalio, el tungsteno o el oro son considerados conflictivos. La República Democrática del Congo es el claro ejemplo de ese problema.