Estado de derecho

La UE aplaude el plan de Polonia para restaurar la independencia judicial

Varsovia presenta ante los ministros de asuntos europeos el plan de reformas con el que quiere clausurar el procedimiento sancionador del artículo 7

El presidente de Polonia, Andrzej Duda.

El presidente de Polonia, Andrzej Duda. / EP

Silvia Martinez

La elección del proeuropeo Donald Tusk, expresidente del Consejo Europeo entre 2014-2019, como primer ministro de Polonia el año pasado ha supuesto un cambio de rumbo radical en la política polaca que empieza a concretarse en hechos. El ministro de Justicia polaco, Adam Bodnar, ha presentado este martes ante los ministros de asuntos europeos el plan de reformas con el que Varsovia aspira a restaurar el estado de derecho y la independencia judicial en el país y clausurar así el procedimiento sancionador del artículo 7 activado hace seis años por Bruselas. Las reacciones del resto de gobiernos han sido "positivas", según la ministra de exteriores belga, Hadja Lahbib. "Querer es poder", ha añadido afeando al anterior ministro de justicia polaco no haber pisado nunca Bruselas.

El llamado "botón nuclear" es un mecanismo previsto en el artículo 7 del Tratado de la UE que permite castigar a los Estados miembros si se constata una "violación grave y persistente" de los valores europeos y que puede llevar, en última instancia, a la retirada del derecho de voto en el Consejo. La Comisión Europea decidió activarlo contra Varsovia hace seis años, tras dos años de infructuoso diálogo con el Gobierno liderado entonces por el ultraconservador partido Ley y Justicia (PiS), por la deriva autoritaria y las reformas judiciales introducidas durante los ocho años que se mantuvo en el poder.

Una deriva que también ha llevado a Bruselas a congelar millones de euros de los fondos de recuperación (en diciembre solo se desbloqueó un anticipo de 5.100 millones de los 60.000 millones asignados en el plan de recuperación). Lo mismo que ocurre con Hungría, aunque en su caso el procedimiento fue activado por el Parlamento Europeo en septiembre de 2018. Pese a todo, de momento el procedimiento solo había dado lugar a discusiones sin llegar a pasar a la etapa sancionadora.

"Un plan realista"

En el caso polaco, la situación podría empezar a enmendarse en breve. "Después de seis años de discusiones sobre la reforma judicial polaca hemos escuchado un plan realista que debe restaurar la independencia del poder judicial, que está en juego en Polonia", ha valorado la vicepresidenta responsable de Valores y Transparencia de la Comisión, Vera Jourova.

"Hay voluntad de avanzar en la reforma de la justicia y restablecer la independencia de los jueces. Entiendo que vamos hacia un procedimiento en el que los jueces serán nombrados por sus pares y no por el poder político", ha destacado Lahbib sobre uno de los elementos del plan que también incluye cambios en el Tribunal Constitucional, el Tribunal Supremo, el estatuto de los tribunales ordinarios y la separación de funciones del Ministro de Justicia y la Fiscalía General.

Aunque no hay plazos ni está claro qué etapas seguir para cerrar el procedimiento del artículo 7 la intención de la presidencia belga de la UE --lo mismo que de Polonia-- es clausurarlo antes de que terminen su mandato semestral a finales de junio. Los protagonistas ven una "dinámica positiva" y determinación en el Ejecutivo de Tusk de revertir la tendencia, aunque la Comisión Europea en cara el proceso con algo más de cautela.

Fiscalía europea

“Hemos escuchado la presentación. Ahora evaluaremos la situación. Veremos en las próximas semanas cual es la mejor forma de proseguir”, ha dicho el responsable de la cartera de justicia en el Ejecutivo comunitario para quien el compromiso "es claro" como demuestra, por ejemplo, la intención de Varsovia de sumarse a la Fiscalía europea.

"El plan de acción es un paso que puede llevar al cierre del artículo 7” aunque “hay trabajo que hacer. El ministro ha presentado una serie de leyes que tendrán que ser aprobadas en Polonia” pero “la larga lista de vulneraciones bajo el artículo 7 tienen que ser resueltos”, ha explicado Jourova prometiendo un examen “constructivo” y un diálogo “abierto” porque lo importante no es solo el plan de reformas sino "cómo será implementado".

Es aquí quizás donde resurge la incertidumbre porque las reformas necesitan la firma del presidente de Polonia Andrzej Duda, del PiS, que puede utilizar su capacidad de veto para hacer descarrilar las reformas y obstaculizar los cambios y como ya ha empezado a hacer este año derivando al Tribunal Constitucional los presupuestos. "Es el Gobierno quien tiene que adoptar las leyes y negociadas. Trataremos de convencer al presidente de que debe firmarlas", ha dicho Bodnar.