Este libro es un gran cargamento
de juguetes, canciones, y «poentos».
Juguetes, para jugar hasta cansarte;
nanas, para arrullarte con mi acento;
poemas, para vencer al desaliento;
«poentos», para los sueños acercarte.
Y...
para hacer reír a un vate,
algún que otro disparate.
Juguetes
Por el cinco de enero,
cada enero ponía
mi calzado cabrero
a la ventana fría.
Por el cinco de enero,
para el seis yo quería
que fuera el mundo entero
una juguetería.
(Miguel Hernández)
Caballo Meditabundo
Pelaje castaño oscuro,
brillantes negros luceros,
negras crines, negra cola,
buscando verdes senderos.
Cuando ensillo y cincho a Rayo,
mi caballo alpujarreño,
¡al paso!, ¡al trote!, ¡al galope!,
cabalgo mi vida en sueño.
¡Llévame a correr el mundo!,
caballito guapetón,
caballo meditabundo,
caballito de cartón
(Miguel Hernández)
Nanas
Desperté de ser niño.
Nunca despiertes.
Triste llevo la boca.
Ríete siempre.
...
Siempre en la cuna
defendiendo la risa
pluma por pluma
...
(Miguel Hernández)
Luna de jazmín
Serena es la luna
olor a jazmín,
que viene a la cuna
de mi pequeñín.
Pasará las horas
contándote historias
de princesas moras,
reyes y victorias,
jardines y fuentes,
pájaros cantores,
alondras, jilgueros
y mil ruiseñores.
Sereno en la cuna
olor a jazmín...
¡¡¡¡Que se va la luna!!!!
Adivina adivinanza
A pesar del duro estío
y del polvo del camino,
fructifica la chumbera,
renace el verde tomillo.
¿Dónde se han llevado el monte?
¿Dónde se ha marchado el río?
A pesar del frío enero,
aun florece el romero.
Agarraos fuertemente.
Adivina adivinanza.
¿Qué palabra está en mi mente?
Poentos (poemas-cuentos)
En cuclillas, ordeño
una cabrita y un sueño.
Glu, glu, glu,
(Miguel Hernández)
...
Lagarto, mosca, grillo, reptil, sapo, asquerosos
seres, para mi alma sois hermosos.
(Miguel Hernández)
El señor ciempiés
El señor ciempiés
salió de paseo;
marchaba descalzo,
pero con sombrero.
El señor ciempiés
se muere de risa,
pues le hace cosquillas
todo lo que pisa.
El señor ciempiés
se fue al zapatero
a encargar cien pares
de zapatos nuevos.
Estrenó zapatos,
el señor ciempiés,
y ahora no se ríe,
le ocurre al revés.
Los calza y se cansa,
le aprietan, «le duelen».
Cuando se descalza,
sus cien pies huelen.
Y, desde aquel día,
nadie ha vuelto a ver,
calzando zapatos,
a ningún ciempiés.
Actividades
1.- Seguimos homenajeando a Miguel Hernández, un poeta que amaba a los niños. Puedes leer su biografía y parte de su obra y elegir un poema o fragmento que te guste?
2.- ¿Qué palabra es la respuesta a la adivinanza? Tiene cuatro sílabas y es nombre de mujer.
3.- Seguro que eres capaz de inventar un poento. Escríbelo y envíalo, acompañado de un dibujo, al Concurso Literario del Grupo Leo. Apartado de Correos 3.008, 03080 Alicante. Indica tu nombre, apellidos, curso, colegio y número de teléfono particular.