Las dos iglesias de Xàbia no esconden su deuda con Mariano Navarro Rubio, ministro de Hacienda entre 1957 y 1965, en plena dictadura franquista. En el vestíbulo del templo de la Mare de Déu de Loreto, en el Puerto, hay una placa que recuerda su inauguración el 3 de junio de 1967. También rememora que actuaron como padrinos «el Excm. Sr. D. Mariano Navarro Rubio, Gobernador del Banco de España» y su esposa, María Dolores Serres. El entonces exministro se vio forzado tres años después a dimitir de su cargo en el Banco de España por su implicación en el caso Matesa.

En la iglesia gótica de Sant Bertomeu, en el casco antiguo de Xàbia, también hay una placa bastante desconocida en la que el ya exministro y su esposa vuelven a aparecer como padrinos de un acto religioso. Fue el de la bendición del órgano de esta parroquia. La placa está junto al altar. Es dorada. Cuesta leer su inscripción, que destaca «la piedad y decisiva ayuda» de Navarro Rubio para que el templo tuviera órgano.

El ministro de Franco, quien consideraba Xàbia su pueblo de adopción, pues pasaba largas temporadas en el chalé que se construyó en dominio público de la Punta de l'Arenal y sobre un yacimiento romano, fue más que generoso con las iglesias de Xàbia. Eso sí, con el dinero ajeno. En sus cuadernos testimoniales, cuyo contenido este diario desveló en exclusiva en enero de 2013, reconoció que regó con «ayudas directas»a las parroquias locales sin que Franco le pusiera freno.

Navarro Rubio era miembro destacado del Opus Dei y de Acción Católica. Se vanaglorió de aportar dinero público para la construcción del templo del Loreto, diseñado por GO-DB Arquitectos Asociados, despacho que también hizo el proyecto de su chalé. Esta iglesia optó al Premio Nacional de Arquitectura en 1969. El entonces Gobernador del Banco de España subrayaba que la BBC la había incluido entre los tres templos modernos de más mérito arquitectónico junto a la nueva catedral de Londres y la catedral de Brasilia.

El dirigente franquista también arañó ayudas del ministerio de Hacienda que él mismo dirigía para reconstruir el monasterio de los Jerónimos, en la Plana de Xàbia, restaurar el convento de las Agustinas (ahora es un centro de día), levantar el colegio de las Obreras de la Cruz y la rehabilitar la ermita del Nazareno.

Las placas de la iglesia del Loreto y de Sant Bertomeu dan fe, como confesó el propio Navarro Rubio, de «mi natural oficio de financiador nacional de conventos reconstruidos».