El calentamiento de los océanos está provocando la progresiva muerte de los corales. Aunque suelen presentar cierta resistencia frente a cambios de temperatura como estos, la reiteración de olas de calor como las que sufre el planeta merma su capacidad de recuperación. ¿Nos dirigimos hacia unos mares sin corales?

Ante todo, ¿qué es un coral? Para el ojo inexperto, podrían parecer rocas de bellos colores y formas, o tal vez plantas de caprichosa morfología. Y, sin embargo, son animales o, mejor dicho, colonias de cientos y miles de minúsculos animales llamados zooides o pólipos. Los arrecifes de coral pueden alcanzar enormes dimensiones y de ellos depende hasta el 25% de las especies marinas del mundo, incluyendo las tortugas.

Los corales sobrevivieron a la extinción de los dinosaurios, a la Edad de Hielo y a otros cambios ambientales globales, pero los científicos no tienen claro que puedan sobrevivir al actual proceso de calentamiento.

El pronóstico, de hecho, no es nada halagüeño, pues los expertos han determinado que para 2050 (dentro de 28 años tan solo) casi el 90% de estos superecosistemas podría desaparecer de la faz de la Tierra.

Corales muertos en los fondos de Indonesia Shutterstock

Y es que, sencillamente, «los arrecifes de coral están siendo hervidos vivos», como gráficamente afirma Gabriel Grimsditch, de la división de ecosistemas marinos del PNUMA (Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente). El aumento de la temperatura de los océanos está matando estos organismos.

«Son muy sensibles a los cambios de temperatura en el mar. Los corales viven en simbiosis con unas algas microscópicas que viven dentro de ellos y les dan energía. Cuando la temperatura sube demasiado, esta simbiosis que da vida y energía al coral, se rompe. Y cuando se rompe sucede lo mismo que con una fiebre en los h umanos: el coral se estresa, se debilita, pierde su color y se blanquea», explica Grimsditch.

El blanqueamiento de un coral es el anticipo de su muerte. A partir de entonces pueden vivir unos días, unas semanas o, como mucho, unos meses, pero casi siempre acaban por morir.

En 1998 tuvo lugar el primer evento global de blanqueamiento y entonces murió alrededor del 16% de los corales del mundo. Pero ha habido nuevos episodios, porque «desde entonces hemos visto eventos de blanqueamiento más frecuentes, como el más reciente, de 2015-2016», añade el experto de la ONU.

A la izquierda, coral sano; a la derecha, coral blanqueado y enfermo foroambiental

En 2016 tres cuartas partes de todos los corales de Maldivas se blanquearon y en el norte de la barrera de coral de Australia murieron dos tercios de sus arrecifes.

Mediterráneo: situación preocupante

¿Qué sucede con los corales del Mediterráneo? En este mar hay unas 200 especies diferentes de coral (de las 500 descritas en Europa y más de 5.600 en todo el planeta), donde juegan también un papel clave en el ecosistema submarino, comparable en cierta forma al que juega la posidonia, si bien ésta es una planta marina. En el Mediterráneo no hay grandes arrecifes coralinos, como en otras partes del mundo, sino que se forman pequeñas colonias o incluso se presentan de forma solitaria.

Pero lo que sí tienen en común con todos sus demás parientes del globo es la amenaza climática. Y, de hecho, esta perturbación es más acusada en el Mare Nostrum que en cualquier otro sitio, porque, como están alertando científicos y ecologistas, las aguas del Mediterráneo se están calentando a una velocidad muy superior al promedio mundial.

Solo un ejemplo: el pasado mes de agosto las aguas alicantinas alcanzaron nada menos que los 27,4 ºC, lo que supone una temperatura muy parecida a las del propio Mar Caribe. Fue la segunda medición más cálida obtenida desde que en 1982 se empezaron a recopilar estos datos, afirma el Centre de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM).

Expertos como el climatólogo Joge Olcina, de la Universidad de Alicante, señalan que esto no ha hecho más que empezar: «Todavía veremos cómo la temperatura del mar sigue subiendo y alcanzará los 28 grados», augura.

Arrecife de coral Shutterstock

Desde 1982 las aguas de este mar han visto calentarse, en promedio, nada menos que 1,4º C. Es una subida mucho mayor que la registrada en la atmósfera y también que en otros mares del planeta. Este calentamiento tan excepcional (la ‘tropicalización’ del Mediterráneo), aparte de matar los corales, es también un ingrediente básico para la generación de gotas frías y otros fenómenos climáticos extremos.

Indefensos ante las olas de calor

Los informes científicos sobre los corales del Mediterráneo son muchos y de veredicto unánime: les quedan poco tiempo. Un estudio hecho público hace pocas semanas por el Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC) y la Universitat de Barcelona revela que las olas de calor marinas asociadas a la crisis climática «están llevando al colapso las poblaciones de coral del Mediterráneo, reduciendo en algunos casos su biomasa entre un 80% y un 90%», según un comunicado de la institución que resumía un estudio publicado al respecto en Proceedings of the Royal Society B.

La investigación advierte de que las poblaciones de este mar podrían ser incapaces de recuperarse del impacto recurrente de estos eventos extremos, en los que la temperatura del agua alcanza niveles muy elevados durante días e incluso semanas.

Este era el primer estudio que se centraba en la capacidad de recuperación a largo plazo de dos especies de corales muy emblemáticas del Mediterráneo: la gorgonia roja (Paramuricea clavata) y el coral rojo (Corallium rubrum). Ambos proporcionan hábitats esenciales para muchas especies.

En 2003, con motivo de la fortísima ola de calor registrada aquel verano, se produjo una gran mortalidad masiva de corales en el área marina protegida de Scandola (Córcega). Tras estudiar la evolución de estas poblaciones durante los siguientes 15 años, los investigadores comprobaron que «lejos de recuperarse, todas las poblaciones analizadas han tendido al colapso y pueden considerarse prácticamente extintas desde el punto de vista funconal», según el investigador del ICM-CSIC Daniel Gómez.

Muerte de corales meteorologiaenlared

Las consecuencias de esta situación van más allá de los corales afectados: «La pérdida de los corales equivale a la pérdida de árboles en los bosques», afirma el también investigador del ICM Joaquim Garrabou.

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El problema es que el calentamiento del agua no es el único enemigo al que han de enfrentarse estos organismos marinos, pues también son objeto de constantes agresiones por parte de muchas actividades humanas, como la pesca excesiva, la contaminación por nutrientes (vertidos de fecales y nitratos), la modificación costera y la recolección ilegal con fines comerciales.

Sin embargo, no todo está perdido. Los expertos señalan que cuanto antes se reduzcan las emisiones de efecto invernadero y antes pueda frenarse el calentamiento de los mares, antes podrá detenerse también la muerte de estos organismos-ecosistema. «Si reducimos los impactos locales de la pesca, la polución y el desarrollo costero, y se logra reducir el cambio climático, los corales tendrán capacidad para restaurarse y volver a ser ecosistemas sanos, diversos y valiosos», señala Gabriel Grimsditch, del PNUMA.