Un dato revelador: en un año el ser humano consume lo que la naturaleza ha tardado un millón de años en producir. Las reservas de combustibles fósiles no son ilimitadas, se consume a un ritmo mucho mayor del que se produce, y en este caso, tal y como hemos señalado, producirlo ha tardado millones de años. Un ejemplo, si seguimos a este ritmo de consumo de petróleo, se calcula que en unos 100 años se habrán agotado todas las reservas de este combustible fósil, según la ONU.

Alteración efecto invernadero: calentamiento global

El efecto invernadero, en referencia a la tierra, es la capacidad que tiene la atmósfera de retener calor. Esto es debido a que los gases que hay en la atmósfera son trasparentes a la radiación solar, pero opacos a la radiación infrarroja emitida por la tierra, eso quiere decir que se retiene el calor entre la atmósfera y la tierra. Si este fenómeno no se diera la temperatura media de la tierra serían -18C.

Uno de los gases que permiten el efecto invernadero es el CO2 (dióxido de carbono). La quema de combustibles fósiles provoca una mayor emisión de dióxido de carbono (se ha duplicado su concentración desde principios del siglo XX hasta ahora) lo que provoca un exceso de temperatura o calentamiento global que tiene como consecuencia el conocido cambio climático.

Mortalidad en la población

Las emisiones derivadas de los combustibles fósiles son la causa de la contaminación que todos los años mata a una gran cantidad de personas en el planeta. Según datos de la ONU hechos públicos este mismo año, la polución atmosférica de las ciudades causa la muerte prematura de nueve millones de personas al año, lo que supone el doble de las víctimas de la Covid 19.

La contaminación mata a nueve millones de personas al año en el mundo Efe

Lluvia ácida

La combustión de combustibles fósiles libera gran cantidad de óxidos de azufre y nitrógeno que reaccionan con gases de la atmósfera, y caen luego en forma de ácidos (sulfúrico y nítrico) incrementando la acidificación de agua en general. Esta precipitación, denominada lluvia ácida, causa daños en la vegetación, acelera la contaminación de la tierra y del agua y corroe los edificios, las estructuras metálicas y los vehículos.

Conflictos bélicos / tensiones sociales

Los principales yacimientos de combustibles fósiles están concentrados en lugares muy determinados del planeta, no están en todos lados. El control y explotación de esos yacimientos es causa de conflictos, guerras y tensiones sociales que cada día podemos ver en los medios de comunicación. Muchas de las guerras en los últimos años han sido causadas por el control de esos recursos energéticos, de los que dependen muchos países.

Desequilibrio social

A las evidentes diferencias entre países ricos y pobres hemos de sumar otro dato: La cuarta parte de la población mundial consume las 3/4 partes del total de la energía primaria (producida por los combustibles fósiles) en el mundo. Esto significa que no todo el mundo tiene acceso al gas o al petróleo, quedando reservado para una parte de la población mundial. Es por tanto, un motivo de desequilibrios sociales y desigualdad, que a su vez genera conflictos y tensiones.

Ante este panorama la pregunta que nos hacemos es lógica ¿no existe alternativa? Por supuesto que sí: las energías renovables, que aprovechan fuentes de energía naturales y no fósiles.

La energía renovable termina con los daños que ocasionan los combustibles fósiles Shutterstock

La alternativa: energías limpias

Frente a todo este cúmulo de problemas, la utilización de la electricidad limpia en el sector del transporte o de las energías renovables en el consumo doméstico ofrece una serie de mejoras:

Eliminación de las emisiones atmosféricas locales

Especialmente en ambientes urbanos, los coches eléctricos permiten suprimir la emisión directa de partículas y de óxidos de nitrógeno y azufre que causan graves problemas de salud pública, especialmente relacionados con enfermedades cardiorrespiratorias.

Reducción del ruido

Gran parte del ruido de los vehículos se genera por el motor de combustión de gasoil y de gasolina, siendo mucho menores las emisiones acústicas que realizan los vehículos eléctricos.

Menores emisiones de CO2

Las emisiones de gases de efecto invernadero se minimizan con la electricidad al utilizar otras fuentes energéticas y no solamente los derivados del petróleo. La utilización de electricidad procedente de instalaciones de energías renovables hacen que se reduzca la emisión de estos gases que contribuyen a procesos de cambio climático.

Reducción de la dependencia exterior

Las fuentes de energía limpia, como la eólica, la solar, la hidráulica, el biogás y otras son inagotables y están repartidas por todo el planeta. No están localizadas en un país en concreto ni son patrimonio exclusivo de nadie. Por ello, permiten la independencia energética, tan necesaria en unos momentos como los actuales, en que Europa ha de hacer indeseables equilibros políticos para no perder el gas de Rusia. Del mismo modo, al ser fuentes universales de energía, favorecen la igualdad social a la hora de acceder a ella.

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Contacto de la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es