¿Por qué se ha quedado obsoleto el refrán ‘Por San Blas a la cigüeña verás’?

El cambio climático está modificando la fenología de las aves. El análisis de casi 37.000 observaciones registradas desde 1980 para 18 especies realizado por SEO/BirdLife demuestra que en la mayoría de los casos se han registrado cambios en las fechas de migración. Tanto así que el conocido refrán ‘Por San Blas a la cigüeña verás’ Se ha quedado obsoleto: estas aves llegan mucho antes que hace unos años a la Península Ibérica.

El calentamiento global está provocando que la primavera empiece cada vez antes en España. Las aves intentan sacar el máximo partido al nuevo calendario de las estaciones y mantener bien sincronizadas sus actividades con el entorno. No adaptarse a las nuevas condiciones puede acarrear graves consecuencias.

"Iniciar tarde la reproducción, por ejemplo, puede suponer no encontrar suficiente comida para criar los polluelos, lo que va a reducir su probabilidad de sobrevivir. Una merma en el éxito de cría reduce el reclutamiento de ejemplares de aves juveniles y a la larga repercute negativamente en la abundancia de las poblaciones", explica Blas Molina, coordinador del programa Aves y Clima de SEO/BirdLife. 

Así que resulta esencial conocer "cómo está cambiando la fenología de las aves para saber si se están adaptando o no a los nuevos escenarios climáticos", añade.

Un nuevo análisis de datos del programa Aves y Clima ha demostrado, por ejemplo, que la cigüeña blanca ha adelantado su fecha de llegada a España 36 días, 10 el águila calzada, 9 el avión común occidental, 8 el alcaudón común, 7 el milano negro y 7 el abejaruco común.

De hecho, las llegadas se adelantaron en 10 de las 16 especies transaharianas estudiadas (abejaruco europeo, águila calzada, alcaudón común, avión común occidental, cigüeña blanca, cuco común, golondrina común, milano negro, ruiseñor común y vencejo común).

Las aves abandonan España mucho antes

La cigüeña mostró el cambio más acusado, ya que actualmente los primeros ejemplares llegan en promedio a principios de enero en vez de febrero, como era habitual hace unas décadas.

Otras especies con cambios notables fueron el águila calzada, el milano negro, el abejaruco común, el avión común occidental o el alcaudón común, todos ellos con llegadas entre 7 y 10 días más tempranas que hace cuatro décadas.

Según los resultados del análisis realizado por SEO/BirdLife, durante el periodo posnupcial, solo tres especies transaharianas cambiaron significativamente su fecha de emigración, y en todos los casos lo hicieron para abandonar España mucho antes. Cigüeñas, vencejos y golondrinas se registraron en 2021 por última vez entre 10 y 15 días antes que en 1980.

SEO/BirdLife destaca que la partida de las aves hacia sus zonas de invernada pasa más desapercibida que su llegada, pero resalta que habría que prestarle más atención porque hacen falta más registros de este tipo para estudiar más a fondo cómo cambia la fenología en otoño y conocer mejor cuando nos abandonan las aves que pasan en el invierno en África o cómo es el patrón de llegada de las aves europeas que llegan a nuestro territorio para pasar el invierno.

En dos especies, la grulla común y el zorzal común, se estudió el cambio fenológico de sus poblaciones que viene a pasar el invierno a la península. El zorzal aparentemente no ha cambiado su comportamiento migratorio, pero la grulla adelantó unas dos semanas, tanto su llegada otoñal como su partida al final del invierno.

La golondrina común es la especie con más registros recogidos por SEO/BirdLife. Su llegada es un indicador clásico de la primavera, pero también es importante registrar otras fechas, como el inicio de las primeras puestas, la construcción de nidos o la alimentación de pollos.

Golondrinas en octubre

Las provincias donde se ven más temprano las primeras golondrinas del año son Huelva y Sevilla. Allí, por lo general, las golondrinas ya han llegado a finales de enero. Después se extienden hacia Extremadura, y luego hacía las zonas adyacentes al este y norte de las Castillas. Por las mismas fechas, las primeras golondrinas también están viéndose en la costa mediterránea y el valle del Ebro.

En las zonas montañosas del norte e interior tendrán que esperar hasta abril para poder registrar los primeros avistamientos. En otoño, sin embargo, el patrón es muy diferente, existiendo un marcado gradiente de oeste a este. A lo largo de la vertiente mediterránea aún se pueden observar golondrinas hasta octubre. "Esto quizás refleja un mayor paso posnupcial por esta zona", resalta SEO/BirfLife.

La principal conclusión es que el cambio climático es un factor muy importante al que se tienen que adaptar las aves, pero en muchas ocasiones el cambio global, en el que se incluye además toda la actividad humana, enmascara los efectos del clima y contribuye a cambiar los patrones de presencia y de distribución de las aves.

"La información recopilada hasta la fecha por el programa Aves y Clima supone un hito porque proporciona información fenológica no solo para entender cómo varía temporalmente, sino también para poder estudiar su variación espacial a una escala y resolución sin precedentes", indica Molina.

"A partir de las fechas registradas en cada localidad se pueden desarrollar modelos matemáticos con los que generar mapas predictivos que dan una visión continua y completa de cómo se produce la llegada y la partida de nuestras aves migratorias", añade. "Esto es posible gracias a que las aves ajustan su fenología a las condiciones ambientales peculiares de cada localidad", concluye.

Programa Aves y Clima: https://avesyclima.seo.org/