Salvaje, fiero, indomable. Le pusieron por nombre ‘Goiat’, que en la variante pallaresa del catalán, significa ‘mozo soltero’, cuando fue liberado en el parque natural del Alt Pirineu en Isil (Lleida), en el año 2016. Desde el primer momento aquel oso capturado en Eslovenia, entonces con 10 años de edad y más de 200 kilos de peso, dio muestras de su ferocidad, de su carácter indómito y de su ímpetu depredador. Consiguió librarse de su collar GPS y protagonizó tantos ataques al ganado que incluso se llegó a plantear su ‘expulsión’ o su ‘eliminación’. Desde hace dos años no se ha vuelto a saber de él, por lo que se le ha dado por muerto. Pero, ¿lo está?

A principios del siglo XX, un centenar de osos pardos sobrevivían a duras penas en los Pirineos, amenazados de extinción. La población había sido diezmada por la caza. En 1981 se estimó que quedaban solo ocho ejemplares. Protegido desde 1976 por el Convenio de Berna, se planteó entonces su reintroducción.

El ‘desembarco’ de nuevos osos en los Pirineos, no exento de controversias, llegó en los años noventa y se tradujo en un crecimiento de la población, que en 2021 alcanzaba los 70 ejemplares en el macizo hispano-galo. El último seguimiento realizado a la especie señala que en 2023 los Pirineos había, al menos, 83 osos: 26 hembras y 17 machos adultos, 17 machos subadultos, 7 hembras subadultas y 16 cachorros.

La liberación de 'Goiat', el 7 de junio de 2016. Generalitat de Catalunya

Entre los osos que llegaron a los Pirineos destacó ‘Goiat’. Lo trajeron desde Eslovenia para que le arrebatase el trono, y sobre todo el monopolio reproductor, al también esloveno ‘Pyros’, el ‘jefe’ de los Pirineos liberado en 1997, padre, abuelo o bisabuelo de más de 30 osos en los Pirineos, lo que provoca riesgo de endogamia.

'Hambre de caballo'

Desde el primer momento, ‘Goiat’ sembró el pánico a los dos lados de la frontera por los continuos ataques a los rebaños y los sustos que provocó a un buen número del humanos, incluidos varios turistas.

Ovejas, caballos, terneros, daños en colmenas de abejas para comerse la miel… ‘Goiat’ provocó que se triplicaran los ataques a animales domésticos en el valle de Arán, lo que llevó a los ganaderos de la zona a declararse en pie de guerra, a exigir su captura y a reclamar dimisiones entre los dirigentes políticos por su "incapacidad para gestionar el problema".

El Gobierno de Aragón, tras registrarse incontables daños en las comarcas de Sobrarbe y Ribagorza, llegó a plantear a la Generalitat de Catalunya la ‘repatriación’ del animal a Eslovenia. Cada vez que despertaba de la hibernación, a veces con menos de 70 kilos de peso, ‘Goiat’ salía de la cueva con 'hambre de caballo'. Y empezaba a hacer de las suyas.

Un oso de su tamaño puede ingiere al menos 40 kilogramos de comida al día, normalmente frutos, semillas, insectos, miel, carroña… Pero también le gusta darse festines a costa de los rebaños.

Se supo que tuvo descendencia en 2021, aunque de los tres cachorros de la camada solo sobrevivió una osezna, a la que bautizaron inicialmente con el nombre de ‘New21_21’.

El oso 'Pyros', en mayo de 2011. © O. F. B. Equipe Ours / Réseau Ours Brun

El informe correspondiente a 2023 de la Red Oso Pardo, que integran expertos de Francia, Andorra y las comunidades autónomas de Aragón, Navarra y Cataluña, lo ha dado por muerto. La razón, que no se ha sabido nada de él, ni en España ni en Francia, desde el 25 de abril de 2022, cuando atacó a un rebaño en Gistaín, en Huesca.

Dos ataques a humanos desde 1996

"Un macho adulto como ‘Goiat’, normalmente muy activo, difícilmente puede pasar desaparecido durante más de un año", subrayan los expertos de la Red. Y como para que se considere muerto consideran que deben pasar dos años, ‘Goiat’ ha sido declarado oficialmente muerto el pasado 25 de abril.

El informe de la Red Oso Pardo de 2023 ya incluye a ‘Goiat’ como uno de los siete ejemplares extintos en los Pirineos. Pero los ganaderos consideran que la desaparición de este ejemplar no acaba con el problema de los daños al ganado y exigen que se controle a los osos para evitar las bajas.

Pese a esos temores, los ataques al ganado doméstico disminuyeron en Aragón más del 50% el año pasado, al pasar de 11 a 5. En Cataluña se contabilizaron 16 ataques a animales domésticos y a 19 colmenas. En Francia, mientras tanto, los daños fueron mucho mayores, ya que se registraron 349 ataques a ganado, un 5% más que en 2022.

Desde 1996 hasta 2022 se han constatado dos ataques a seres humanos (mordeduras no mortales), en los dos casos de hembras que estaban en ese momento con cachorros y fueron sorprendidas por cazadores con perros. Según el informe de la Red Oso Pardo, los encuentros entre osos y humanos en esos 26 años se saldaron en el 58% de los casos con la huída de los plantígrados, mientras que el 26% se movieron sin correr, el 11% mostraron indiferencia, el 3% se quedaron vigilantes y únicamente el 2% mostraron agresividad, principalmente gruñidos y manifestaciones para intimidar a los humanos.

Agentes rurales cambian la batería del collar GPS del oso 'Goiat' en el Valle de Aran, en octubre de 2018. Generalitat de Catalunya

El mayor problema para la continuidad de los osos en los Pirineos es la endogamia. En 2023, más del 90% de los osos de los Pirineos proceden de tres individuos: las hembras ‘Mellba' y ‘Hvala, y el macho ‘Pyros’. Conclusión: "Los indicadores de la salud genética de la población no son buenos". 

La población efectiva (número de individuos que realmente contribuyen al futuro genético del grupo) es sólo 8,2, mientras que una población viable debe tener al menos 50, recoge el informe.

Video de la liberación de ‘Goiat’: https://www.youtube.com/watch?v=jV5oK3xyCsY

Informe de referencia: https://professionnels.ofb.fr/sites/default/files/pdf/documentation/OursInfos_RA_2023.pdf

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