Si por algo ha destacado a lo largo de su historia BMW, ha sido por el cuidado por el detalle. La firma alemana tiene varios rasgos de diseño característicos que lucen todos sus modelos. La curva Hofmeister que da forma a la las ventanillas traseras, la mirada «de cuatro ojos» (actualmente con diferentes diseños y formas) y la parrilla de doble riñón, que hace perfectamente reconocible a cada BMW sin necesidad de comprobar la insignia de la marca. Y es que la inmensa mayoría de los modelos que BMW ha diseñado en su historia tienen el denominador común de su inconfundible parrilla frontal (solo los microcoches de los años 50, el Isetta, el 600 o el compacto 700 no la incorporaban). Solo se fabricaron tres modelos de BMW antes de que se introdujera la icónica parrilla, fueron los Dixi 3/15 PS y Dixi 3/15 PS DA, y el BMW 3/20 PS, fabricado sin la característica rejilla.