Por extraño que pueda parecernos, existen personas que tienen animales salvajes viviendo con ellos. Unas veces son arañas o serpientes, otras mapaches o mofetas y, otras, tigres, leopardos o leones. Todo es posible en un mundo en el que, para las autoridades, al no saber luego que hacer con ellos, es más cómodo no encontrarlos que hallarlos. Hace unos días veíamos la imagen de un tigre que saltaba de un coche particular en plena calle y esta misma semana, anuncios en internet de personas vendiendo y comprando mapaches pese a estar prohibido. Todo vale en un mundo en el que la ley no vale nada.