Los gatos que viven en hogares, es decir, que no se enfrentan al estrés de vivir en la calle, duermen más de 15 horas diarias y, además, casi todas ellas de día. Piensa que su carácter nocturno hace que por la noche esté más activo. De todas formas, a menudo es su propio aburrimiento el que hace que caiga, una y otra vez, en un eterno sopor. Por ese motivo, si lo estimulamos y jugamos con él, podremos conseguir que permanezca despierto más tiempo. La hora de la comida es, por ejemplo, una oportunidad para interaccionar y ponerle retos sencillos para conseguir el alimento. Recuerda también que en el mercado existen numerosos juguetes que pueden ayudarle e incluso películas que pueden entretenerle. Los problemas principales que puede tener el que duerma mucho es que, por su sedentarismo, llegue a engordar mucho. Hacerle moverse un poco siempre es la mejor opción para evitarlo.