Con ocasión de la publicación del proyecto de la Ley de Protección Animal en la Comunidad Valenciana y a la vista de las carencias que, a mi juicio, presenta el proyecto, entiendo que deben resaltarse varios aspectos o cuestiones esenciales sobre las que debe versar una ley que pretenda una efectiva protección del bienestar de los animales.
En primer lugar, debemos tener en cuenta que la ley debe recoger tanto las responsabilidades de los tenedores/poseedores de animales, como las normas esenciales de cuidado de los animales, así como medidas para su cumplimiento efectivo. Del mismo modo, debe regular la convivencia entre los animales y los ciudadanos sin que ello suponga una limitación para quienes conviven con animales. Las entidades municipales no sólo deben garantizar que los animales reciben los cuidados adecuados, sino que deben disponer de las medidas necesarios para garantizar el cuidado (incluyendo el cuidado veterinario no obligatorio), recogida y mantenimiento de animales abandonados o perdidos en el municipio, disponer de espacios adecuados, gestionar de forma efectiva y fomentar la adopción y acogida de animales, realizar labores de control, inspección y sanción de particulares, empresas o entidades que incumplan las obligaciones, así como fomentar y poner en marcha políticas de bienestar animal y convivencia respetuosa, (con facilidades para el acceso a edificios públicos, transporte público, comercios).
Todo ello se consigue con la regulación de aspectos muy concretos como son: la esterilización, el sacrificio cero, la gestión y control de colonias felinas, centros de acogida de animales, zonas de esparcimiento de animales, control e inspecciones, sanciones, regulación de adopciones y acogidas, entre otros. Aspectos que deben ser regulados desde una perspectiva evolutiva de la sociedad que exige cada vez en mayor medida, que los animales sean respetados y protegidos, una misión que es cuestión de todos.
