El PP acusa a Sánchez de caminar hacia "una república bolivariana" e iniciar "un proceso constituyente"

La crisis política e institucional en España avanza a velocidad de vértigo. Mientras el Tribunal Constitucional mantiene una reunión crucial con distintos escritos encima de la mesa (el principal que desencadenó todo, el del PP para que se paralice la tramitación de las enmiendas relativas al CGPJ y el propio TC que ya fueron aprobadas en el Congreso la semana pasada) distintos dirigentes conservadores fueron elevando el nivel de crítica a su llegada a la sede de Génova, donde Alberto Núñez Feijóo preside la junta directiva nacional.

El presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, considerado uno de los barones más moderados del PP (a pesar de que gobierna con Vox) afirmó que el camino del Gobierno en la actualidad “nos lleva a una república bolivariana”, y pidió a Pedro Sánchez “que vuelva al consenso para que España sea lo que ha sido siempre desde la Transición, una democracia plena”, poniendo en duda que efectivamente ahora mismo lo sea. 

Justo antes el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, había afirmado que el Gobierno “lleva días intimidando a magistrados del Constitucional para que adopten una determinada decisión” y aseguró que el pasado jueves (el día de la votación de la reforma del Código Penal en el Congreso) Sánchez “perpetró el inicio de un proceso constituyente y no quiere que el Estado de derecho prevalezca”. 

Hubo ausencias destacadas como la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, por problemas de agenda; o el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, que también tenía una intervención en el homenaje de la Academia Sevillana de Buenas Letras a Manuel Clavero. El presidente de Murcia, Fernando López Miras, inauguraba el primer trayecto en AVE a su región. Sí acudieron el resto de dirigentes territoriales, también los que están en la oposición, diputados senadores, alcaldes y parlamentarios autonómicos de los distintos territorios. El objetivo era claro: un cierre de filas absoluto con los movimientos del PP en los tribunales.

Feijóo copia a Ayuso la fórmula del dilema y pide elegir entre "este Gobierno o España"

Todos los dirigentes que desfilaron por Génova coincidieron con que "el principal problema que tiene España es Pedro Sánchez". La candidata a presidir Extremadura, María Guardiola, reprochó al Gobierno "estar pendiente solo del asalto a las instituciones" y acusó a Sánchez de "saltarse todas las líneas rojas". Además, la dirigente extremeña aprovechó para cargar contra Guillermo Fernández Vara al que criticó especialmente "por no ser capaz de alzar la voz". En términos similares se pronunció Paco Núñez, aspirante a presidir Castilla-La Mancha, que pidió directamente a Emiliano García-Page "que dé órdenes a sus senadores" para frenar la reforma del Código Penal, que llega a la Cámara Alta esta semana. "Page habla mucho, pero actúa poco", dijo, después de afirmar que "nunca se había visto un ataque tan directo a la separación de poderes por parte de un Gobierno".

Feijóo ya agitó el mismo fantasma

El mensaje de los barones y dirigentes territoriales va en línea con algunas intervenciones recientes de Feijóo. El líder del PP ya afirmó durante su gira por Latinoamérica, en concreto en una charla que mantuvo en Buenos Aires, que Sánchez estaba "desprestigiando las instituciones desde el interior" con el objetivo de "ir cambiando el régimen democrático, que se basa en pesos y contrapesos". En aquel momento ni siquiera se conocía las reformas sobre la justicia que el Gobierno terminó incluyendo en el Código Penal.

El Día de la Constitución, el pasado 6 de diciembre, el líder conservador también agitó con dureza el fantasma de un nuevo proceso constituyente cuando afirmó que España "ya está en manos de partidos anticonstitucionalistas”. Justo antes el líder del PP ya venía siendo muy duro en sus declaraciones, y en línea con lo que manifestó Aznar semanas atrás: “Estamos en el peor momento institucional que hemos vivido desde la Constitución del 78″, afirmó, acusando al Gobierno de estar poniendo, incluso, “en riesgo las bases constitucionales”.