Berkoff, decadencia, y… A bailar. Ella y él. Y el otro. Y otra. ¿O son ellos mismos y otros al tiempo?… Subvertidos en un juego travestido de personalidades obscenas y dolientes, impertinentes y promiscuas. Ellos, depredadores y decadentes: El baile del erotismo sexualizante y aristocrático. El pozo del esnobismo. El viacrucis laico de la nadería ofensiva y dominadora.

Ella. Él. La grotesca fiesta del baile sincopado de la desnaturalización de comportamientos de una clase… tal vez dominadora, elegante y condenada… ¿A la desaparición? o ¿A la imposición?… Dos almas nervudas, jugando al satánico o humano o divino juego de la seducción, el horror, la humillación, el baile somático elegante o terrorífico, el ronroneo que huele a procacidad.