Una obra con humor como elemento básico e imprescindible para narrar la historia de una familia "normal" desde el punto de vista de Carlos, un niño de 10 años con el mundo por descubrir y con ese contraste entre la percepción de felicidad que a veces vivimos en la infancia y la dura realidad de la vida que a menudo está más cerca de lo que creemos. La foto de aquel domingo de paella en abril de 1974 será el hilo conductor de la narración.