'Vive dentro': terrores desconocidos

En tiempos de cierta uniformidad conceptual, narrativa y estética, resulta muy atractivo ver cómo el cine de terror explora el potencial de otras culturas, de otros escenarios, de otras leyendas, de otra mitología. Esa manera de operar da pie a los cineastas a, entre otras cosas, alejarse de la caligrafía y los tropos del cine de género dominante y buscar nuevos recursos para provocar la inquietud, el horror y el espanto. En su debut en el largo, el director estadounidense Bishal Dutta, nacido en India, cuenta la historia de Sam (Megan Suri), una adolescente de origen indio que vive en Estados Unidos y hace todo lo posible por integrarse socialmente. La aparición de un frasco con algo extraño en su interior desata una serie de sucesos extraños y terroríficos en su vida.

Dutta bebe de los mitos y las leyendas de su país natal para contar una historia que explora desde el terror temas de gran alcance, entre ellos las inseguridades de la adolescencia, la búsqueda de la identidad y la convivencia entre culturas. Juega a favor de 'Vive dentro' esa voluntad de generar relatos de terror e imaginarios fantásticos con otras señas de identidad. Sin embargo, aunque es una película de terror competente (la factura es buena, mantiene el ritmo y hay varias escenas más que eficaces), esa apertura a otra mitología y a otro imaginario es algo tímida, algo superficial. Esos elementos son más cosméticos que esenciales.