El “Toa-toa” de Jesulín de Ubrique, el disco en solitario de Jesús Vázquez y fotografías antiguas tomadas post mortem a personas que no pudieron contar con un retrato en vida. Todos estos objetos forman parte de las reliquias que Carlos Areces colecciona en su casa.

Así lo ha explicado en Martínez y Hermanos: "Empecé a investigar y es cierto. Desde mediados del siglo XIX hasta principios del siglo XX, que la fotografía no era algo habitual en las casas y resultaba caro, era muy normal que la gente muriera sin tener un solo retrato en vida". Areces también ha contado cómo esta inquietante afición comenzó a raíz de ver la película ‘Los Otros’, explicando que “además, había mucha mortalidad infantil, era muy probable que esa fuera la última oportunidad para hacer un retrato del ser querido".

Esta costumbre hasta hace unos años tan arraigada en nuestro país contrasta con otra menos tétrica aunque, en ocasiones, igualmente inquietante: la tradición de muchos famosos a aventurarse en el mundo de la música. El de Muchachada Nui aprovechó para contar que también que tiene una colección de discos entre los que se incluyen Almodóvar y McNamara pero también “el disco de Jesús Vázquez y el mítico 'Toa Toa', de Jesulín de Ubrique”. “Es gente que son famosos y no se resisten a sacar un disco”, contó el de La hora chanante.