o me resisto, si INFORMACION tiene la amabilidad de publicarla, a hacer una referencia, un reconocimiento público a dos mujeres eldenses, artistas, enamoradas de sus respectivas vocaciones y profesiones y, sobre todo, enamoradas de sus patronos, la Virgen de la Salud y el Cristo del Buen Suceso y de su Elda natal.

Vocación, profesión y patronos las unen en una causa común y bonita, participar desde distintos ángulos en las programaciones, en los actos a celebrar en nuestras Fiestas Mayores.

El jueves 30 de agosto, como ya publicó este diario, Yolanda Pérez presentaba a los medios el cartel anunciador de nuestra «famosa traca». Observando el cartel y oyendo su exposición, en lugar de contemplar un cartel estábamos viviendo lo que ese cartel representaba. Además de la figura de Castelar como representativa de la ciudad, nos hablaba de ese cielo azul precioso que ilumina Elda, de esos paraguas sin mango que como el humo de la traca buscan nuevos horizontes por un espacio imaginario, tal vez llevando con ellos las ilusiones de esos corredores, que además, como ella escribe en la Revista de Fiestas: «sin maltratar animales ni nada de eso». Y sobre todo destacaba su ilusión, su deseo enorme de ser útil a nuestras fiestas, a nuestra ciudad. Esa ilusión era Yolanda, que con su alegría al referenciar el cartel, al profundizar en él, a mí me parecía ir ya por la calle corriendo con mis nietos... Y Yolanda nos participaba del miedo que le daban los petardos y encender la mecha de la traca. Pues desde aquí te digo, Yola, que tu miedo es historia, pues la mecha la encendiste al hacer el cartel y al darnos a conocer tu ilusión y su fin...

Y el día 2 del actual se inauguró el mural de cerámica para recordar la Coronación Canóniga de la Virgen de la Salud. Pero esta referencia la inicio yo el 31 de agosto, cuando nuestra otra eldense, Lola Juan Navarro, su autora, estaba montando en el Centro Parroquial de Santa Ana, desde su andamio, el citado mural. Entré en el local y la vi dando los penúltimos detalles con una concentración enorme, y con unos nervios no menos enormes, pues como me comentó una vez recordada la relación eldense entre nosotros, había pasado muchos días pensando no sólo en la obra en sí, no sólo trabajándola, sino en la gran responsabilidad de «tratar» de «tocar» de «moldear» la imagen de la Virgen y su entorno. De su Elda. Ya casi no veía su obra. Allí en ese mural ella sentía algo más profundo. Como dijo con posterioridad el día de la inauguración, casi sentía que el cuadro le hablaba.

Algo similar me comentaba Yolanda en la preparación de su cartel, unos minutos antes de su presentación, con la preocupación añadida ante su próxima exposición en la Diputación.

Ambas eldenses compartían su espíritu responsable hacia Elda y sus Fiestas Mayores. Y «un pajarito» me cuenta que Yolanda fue a visitar a Lola mientras ésta montaba el mural y en su abrazo algunas lágrimas cayeron, de satisfacción, y de alegría compartida. Y es que querer a Elda, llevarla en la sangre, «trabajar» para sus fiestas es algo que supera los hechos.

José Cremades Mellado es ex senador.