El jugador de la campeona del mundo que mejor ha corrido la banda durante el torneo ha sido, sin duda, Pepe Reina. ¡Qué manera de volar! Sus apariciones estelares suponían la constatación de que aquello iba por buen camino. Anoche culminó sobre el escenario su actuación, tan esperada como la de su compañero Casillas cada vez que en las últimas rondas se ha aproximado a él un rival con todas las de ganar. Para conseguir esto mismo no sería de extrañar que el presidente del Gobierno se hiciera rodear de algunos de los jugadores en el Debate sobre el Estado de la Nación. Con ellos al lado, cualquiera es el guapo que le ataca. Ayer, cuando mostró su predilección por Iniesta y éste se precipitó poniéndose junto al micrófono con el anfitrión en la Moncloa, los canallas de los compañeros no lo dejaron irse hasta que habló mientras lo "martirizaban" al grito de "¡ministro, ministro!". Debe ser muy duro que en estos momentos te griten algo así cuando tienes la posibilidad de disfrutar a lo bestia. Pero a lo largo de este último mes ha habido más hitos que han llamado la atención. El presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid denunciando, no la "Ley mordaza" del gran capo Berlusconi que tiene al sector patas arriba en la bella Italia, sino que la tele del mismo que viste y calza hubiese puesto a la novia del portero merodeando por la zona de peligro. Si Brasil, Argentina, Inglaterra, los "Azzurri" y la propia Holanda en la final han demostrado que el juego que practican necesita una revisión, qué quieren que les diga de este oficio donde, con las amenazas que tiene encima, uno de sus popes propone ese pedazo de debate que Casillas clausuró del modo más natural del mundo. La prensa china asegura que aquél -el mundo- es de España en los próximos diez años. Viendo quienes lo dicen no hay que tomárselo a broma. La prueba más evidente es que, sin participar, ganadores del Mundial también ha sido los chinos.