En cinco minutos de locura el Hércules ahuyentó sus peores fantasmas y dio la vuelta a un partido que se le puso muy cuesta arriba tras una pésima primera mitad, la peor del curso en el Rico Pérez. Fueron cinco minutos del fútbol de siempre, el que protagonizan los extremos ?-en este caso Kiko Femenía- con el viejo axioma de distraer por fuera para sorprender por dentro. El canterano fue determinante en las dos jugadas clave del partido, culminadas con idéntica brillantez por Trezeguet y Drenthe. Para eso están las estrellas; para resolver en los momentos más comprometidos. Y la cita de ayer era de alto voltaje para un Hércules al que se le estaba poniendo cara de perdedor tras siete jornadas seguidas sin ganar. El mismo camino llevaba la tarde en una desastrosa primera parte, en la que la Real dominó de cabo a rabo a base de presión, orden y claridad de ideas. Salió desconectado el equipo de Esteban, que volvió a encajar un gol a balón parado -y ya van cuatro consecutivos en la Liga- y se quedó tieso de juego e ideas. El compás de Xabi Prieto y la movilidad de Griezmann desarmaron por completo a los alicantinos, que no encontraron la forma de asociarse y se perdieron en demasiadas aventuras individuales. Así, Valdez, en su vuelta al equipo, se vio obligado a correr lejos de su zona y perder influencia en el ataque, habida cuenta de que no llegaba un balón con sentido de medio campo hacia adelante. Con los primeros pitos de desaprobación en la grada y el "tridente de lujo" ?-Trezeguet, Drenthe, Valdez- sin entrar en juego, el Hércules se fue al diván del descanso. Además de su enorme valor real en puntos, la reacción blanquiazul tuvo el mérito añadido de apoyarse en la estética y el gusto por el detalle: Fritzler demostró que también puede ejercer de pasador y filtró un gran envío para el desmarque de Kiko y la posterior llegada de Trezeguet. Poco después, otro lujo del chaval por la derecha permitió a Drenthe sacudirse su ansiedad y estrenarse como goleador con un gran lanzamiento a la escuadra. Ya no sólo marcan el francés y el paraguayo en este equipo. Otra buena noticia para Esteban Vigo, que ahora, sin la angustia de la sequía de puntos y la cercanía del descenso, tiene que demostrar que su equipo también es competitivo fuera de casa. Próximo test: el domingo en Cornellá ante el Espanyol. ¿De nuestra liga?