Además del gran valor de los tres puntos frente a un rival directo -delirios al margen, el Levante es de la Liga del Hércules-, el partido de ayer deja otra gran noticia: la recuperación de Tote para la causa. En su vuelta a la titularidad, el mediocampista firmó su mejor partido del curso, aunque él prefiere el primero ante el Athletic. Serio, comprometido e inspirado, el madrileño culminó su notable actuación con una espléndida asistencia a Valdez para el 3-1, el gol de la calma. La aportación de Tote fue esencial para darle continuidad al juego de contención de los alicantinos, que es su primera seña de identidad. Es sabido que el Hércules se tapa bien, sobre todo en casa, pero tiene serias dificultades en el entrejuego, en la transición defensa-ataque, para hacerle llegar balones en buenas condiciones a los dos puntas. Con Tote subido al carro, sin lagunas ni concesiones a la galería, el equipo encontró más pausa, toque y pase. Sobre todo en el segundo acto, cuando Kiko Femenía también se sumó a la fiesta y volvió a ser determinante por la banda derecha, en la que se asoció muy bien con Tiago Gomes para fabricar el 2-1 y abrió una gran vía de agua en la defensa "granota". Todo eso ocurrió en el arranque de la segunda mitad porque en la primera parte, los de Esteban estuvieron fríos, a tono con el ambiente, y bastante atascados frente a un Levante humilde y plagado de bajas, pero digno rival hasta el final. Para no faltar a la costumbre, la defensa se durmió tras el 1-0 y volvió a regalar el empate en un despiste de la banda izquierda al filo del descanso. La importancia de jugar por fuera volvió a ser decisiva para el Hércules, que convirtió sus tres goles en sendas llegadas por la banda de David Cortés, Kiko y Tote. El desborde y el juego por los extremos son aún más determinantes si para acabar la jugada esperan Trezeguet y Valdez, el alfa y omega de este equipo, dos depredadores en estado de gracia que volvieron a marcar las diferencias para dejar los puntos en casa. De hecho, el cuadro de García Plaza generó prácticamente las mismas ocasiones que los blanquiazules, pero no las convirtió. Se dice, con razón, que lo más caro en el fútbol es el gol, y que hay que pagarlo. Obviamente, el Hércules ha acertado de lleno con su inversión en estos dos delanteros, que suman 13 de los 14 goles anotados. Ya sólo falta que la cosecha siga fuera de casa. Riazor espera.