Hace unos días estuvimos por Bruselas y no para hacer turismo precisamente. Hemos presentado una propuesta alternativa que mejora la reforma de la Política Agraria Comunitaria (PAC) que hizo pública el pasado 12 de octubre la Comisión Europea. Somos la primera organización agraria en presentar una alternativa oficial a la norma que marcará y nos afectará nuestra vida profesional agraria dentro de poco, porque no nos podíamos quedar de brazos cruzados.

Nos gusta hacernos escuchar con la palabra, con el criterio, con la información y con el rigor. Por ello estos días por Bruselas nos han escuchado responsables de la Comisión Europea, del Consejo Económico y Social europeo, así como eurodiputados españoles que, en general, han valorado muy positivamente nuestras aportaciones a la reforma y nos han trasladado su voluntad de mantener un contacto fluido con nuestra organización durante los meses en que se negocie la misma.

La PAC tiene que traer implícito un presupuesto suficiente que permita un paquete de ayudas directas a la renta de los agricultores y ganaderos porque estamos sometidos más que nadie a la volatilidad de los precios, al libre comercio y tenemos más dificultades para acceder a financiación. Estas son algunas de las cosas que hemos expuesto en Bruselas porque consideramos que no es justo ofrecer en esta reforma una ayuda que sólo esté ligada a la producción y al cumplimiento de obligaciones medioambientales.

En este sentido no es lógica una reforma que plantea añadir más cargas medioambientales a las normas de producción, pues tenemos una competencia desleal con las importaciones de productos originarios de otros países a los que no se los requiere cumplir con las normativas europeas de producción. ¿A unos sí y a otros, no? ¿Los europeos como nosotros desnudos y los de fuera con ropa de fiesta?

Los mecanismos actuales para crisis de mercado son insuficientes. No hay más que ver lo que ha pasado con la bacteria e-coli donde la mayor parte de agricultores alicantinos afectados se han quedado sin ayudas. No disponemos de una herramienta de estabilización de rentas y no existen medidas para frenar los abusos de la gran distribución en su posición de dominio en el mercado o en la venta a pérdidas, nosotros desgraciadamente no participamos apenas en el precio final de nuestros productos.

Todas éstas, y más cosas, hemos trasladado a aquellas personas que van a negociar el futuro de la política agraria comunitaria. Por eso hemos ido a Bruselas y volveremos las veces que haga falta para defender los intereses de los agricultores y ganaderos alicantinos.