Por la tarde, los alumnos que así lo han decidido han visto El planeta de los simios, la gran película especulativa de Schaffner / Heston basada en el libro de P. Boulle. Lo recuerda, al día siguiente, Andrés. Y añade:

- La moderna versión trata de monos, y esta de hombres. Siguiendo el libro, te hace pensar. La otra te invita a que no pienses.

- María: me sorprende lo que dice el protagonista: que se lanzaría a un volcán encendido si eso le asegurase el conocimiento de algo nuevo.

- Profesor: ya sabéis: una hipérbole; pero no tanto. Casi todos cuantos han ido más allá del saber aceptado en su tiempo han dado su vida por ese nuevo aprendizaje.

El profesor apunta que el mundo podría dividirse en dos grupos: los que biempiensan hacia el futuro y los que malpiensan hacia el pasado. La Historia es la lucha entre unos y otros, y, por ello, una sucesión de guerras separadas por treguas.

Se apagan las luces: los estudiantes ven una escena de La herencia del viento, de S. Kramer, sobre lo que se llamó el "Juicio del mono", que sacudió la sociedad americana al prohibirse la enseñanza de la Teoría de la Evolución. En el film, Spencer Tracy defiende la libertad de aprendizaje.

- Profesor: en la primera película hemos visto una distopía (Pepa lee en el Diccionario: visión catastrófica del futuro; contrautopía): un mundo inverso en el que el hombre ha degenerado en mono y está esclavizado a él. Si cualquier cambio en vuestra rutina os enfurece imaginaos aquellos que afectan a los fundamentos de una sociedad. Pensad que hasta hace poco nos creíamos dueños del universo, protegidos por un Ser Superior llamado Dios. De repente nos dicen que somos hijos de un animal que vuela sin rumbo por el espacio sobre una inmensa roca. ¿Quién no se conmocionaría, si incluso la ficción del cine aterroriza? ¿Cómo no van a ser perseguidos los renovadores del pensamiento, si el mismo Sócrates fue "asesinado" por el noble hecho de enseñar a pensar?

- María: ¿y tú qué piensas, profe?

- Profesor: lo que yo piense no es más que otra opinión, no una creencia. El pensamiento se renueva cuando se actualiza la información. ¿Quién podía prever que el fuego, la rueda, o Marx, cambiarían la sociedad? Pero fijaos en estos cuatro hechos o premisas, y sacad conclusiones sobre el camino hacia la libertad:

1) Se deduce de Copérnico: si la Tierra no es el centro del universo, tampoco el hombre vive en el centro del cosmos; y, por lo mismo, Dios no es el eje universal que vertebra cualquier infinitud y eternidad, sino un Alienígena más.

2) Viene a decir Darwin: si el hombre es hijo del mono, el Gran Padre Dios también es El Gran Simio.

3) Dice Freud: el hombre no es plenamente dueño de su mente, sino que su voluntad está determinada por el Gran Inconsciente, el árbitro arbitrario del vivir.

4) Ahora el Papa, al decidirse a abandonar su cargo, del que solo la muerte puede -podía- liberarlo, está proclamando que es posible desobedecer a cualquier divinidad porque no existe la infalibilidad del Gran Dios, o el Gran Simio, o el Alienígena, o la Iglesia. ¿No es el definitivo hachazo a las milenarias dictaduras, si todas las dictaduras tienen su fundamento en la "inefabilidad" del dictador?

¿No acaba el Papa de partir en dos la Historia? Hasta hoy hemos vivido la prehistoria del Hombre (la dictadura teocrática); desde hoy solo queda que el ser humano sepa convertirse en un Gran Hombre: para sí mismo y para los demás. Y eso no os lo dará más que un libre y responsable aprendizaje, forjador de vuestro criterio independiente. De vosotros depende ser padres o hijastros de ese porvenir.