Convendría que el alcalde socialista de Benidorm y también otros muchos, recordasen que, el 24 de marzo de 2010, un benidormense presenta, defiende y gana la votación (con los votos en contra del PSOE) en el Pleno del Senado, de una proposición de Ley por la que se modifica el artículo 125 de la Ley de Haciendas Locales. Es el que hace referencia a los municipios turísticos, para que los parámetros por los que estos eran considerados se modificasen y así conseguir, de una vez por todas, que la más importante de las ciudades turísticas de España, pudiese ser considerada, a efectos de la Ley, como tal.

Ese mismo día, desde Alcaldía de Benidorm se emite un comunicado en el que se rechaza apoyar tal iniciativa parlamentaria (seguramente siguiendo instrucciones de Madrid por parte de sus entonces ex compañeros socialistas, los mismos que han llevado a la quiebra a este país). A pesar de ser esta una reivindicación histórica de Benidorm, ni el actual alcalde, ni los otros que ahora lo piden, habían dicho ni mencionado una sola palabra al respecto nunca (ahí están las hemerotecas), hasta que este senador presentó dicha propuesta. Tras sacarla adelante en el Senado, la iniciativa se enviaba al Congreso para su aprobación definitiva. Aquí, el anterior Gobierno impidió que esta pudiese debatirse presentando plazos de ampliación de enmiendas, hasta un total de cincuenta (nunca una iniciativa parlamentaria había estado tanto tiempo paralizada), eso sí, sin presentar ni una sola enmienda. Hasta que se disolvieron las cámaras y esta decayó.

Entonces tuvimos una gran oportunidad para resolver este sinsentido, pero el Gobierno socialista; la poca presión ejercida por parte de aquellos importantes dirigentes socialistas de Benidorm con altas responsabilidades en Madrid; el gobierno local e incluso por qué no decirlo, parte del sector, impidieron ese cambio y el consiguiente reconocimiento de mi ciudad como Municipio Turístico al no apoyarlo como esta gran ciudad merecía. Por eso no puedo hacer otra cosa que escribir estas líneas. Justo después de actos como el del pasado viernes, cuando en la Asamblea General de Hosbec y ante el President Fabra, un hombre preocupado por este asunto y que con su presencia una vez más en Benidorm demuestra su preocupación e interés por nuestra principal industria en momentos tan difíciles como estos, escucho a las personas que intervienen reclamando lo que con toda la ilusión, cariño, sentido común, responsabilidad y sobre todo por la pasión que siento por mi ciudad, he impulsado y defendido y llevo reclamando desde el día que tomé posesión un 28 de octubre de 2008.

Desde el inicio de la legislatura, cada vez que tengo oportunidad de reunirme con el Ministro o con la Secretaria de Estado de Turismo, tratamos este asunto. Ambos coinciden y conocen perfectamente el problema de sobrecarga en las infraestructuras y en la prestación de servicios. De hecho, el Plan Integral de Turismo aprobado por el Gobierno el pasado verano y ya ejecutado al 40%, contempla un apartado específico sobre los municipios turísticos. Además se ha formado un grupo de trabajo formado por la Federación Española de Municipios y Provincias, el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas y la Secretaría de Estado de Turismo, con el objetivo de perfilar la definición de "municipio turístico", yendo más allá de lo que inicialmente proponíamos.

Por ello y para tranquilidad de don Agustín Navarro, le digo que lo vamos a lograr. Que la prioridad del Gobierno en estos momentos complicados debe ser la de la mejora de la economía y la creación de empleo y que es actualmente el principal problema que tiene este país. Pero le aseguro también que no vamos a dejar de trabajar para que Benidorm obtenga cuanto antes ese reconocimiento que es de justicia, una reivindicación que inició un alcalde llamado Pedro Zaragoza Orts y continuaron otros como Jaime Barceló Pérez, José Manuel Reverte Coma, Miguel Pérez Devesa, José Llorca Cortes, Rafael Ferrer Meliá, José Such Ortega, Manuel Catalán Chana, Eduardo Zaplana Hernández-Soro, Vicente Pérez Devesa y Manuel Pérez Fenoll.

Conseguirlo será un logro de todos ellos, pero sobre todo, de todos y cada uno de los benidormenses que en las últimas décadas han hecho y hacen de Benidorm una de las ciudades más importantes del mundo.