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Juan R. Gil

La torpeza del concejal Red Bull

La semana ha sido demasiado pródiga en acontecimientos como para poder escoger uno sólo de ellos al que dedicar estas páginas. Habrá que hablar de los más significados.

ABORTO. Puede que la reforma de la ley del aborto, aunque estuviera en el programa electoral del PP pero sin enseñar la patita de que iba a consistir en una vuelta a los tiempos de la Dictadura en cuanto al trato a las mujeres y los médicos, fuera un conejo sacado precisamente ahora de la chistera para ahogar la segunda tanda de reformas -léase recortes y pérdidas de derechos- que se nos vienen encima y para que Bárcenas pasara a un segundo plano. Pero si era así, Rajoy ha querido apagar un incendio provocando otro mayor, porque en sus propias filas la división es enorme. En la Diputación, esta semana, el grupo popular no quiso aprobar una propuesta del PSOE contra el proyecto de Gallardón, pero a continuación apostó por su revisión. ¿Qué pasará cuándo esas propuestas se trasladen a los ayuntamientos? ¿Castedo se va a ausentar del pleno, como ha hecho otras veces que se ha tratado este tema? ¿Se va a escudar en su embarazo cuando su embarazo es precisamente lo que más fuerza daría a sus palabras? ¿Las demás mujeres del grupo municipal se quedarán dentro a apoyar esa ley por disciplina de partido o actuarán según su conciencia? ¿Y en Elche, qué hará Mercedes Alonso? La finta que ejecutó Luisa Pastor en la Diputación para no secundar al PSOE pero dejar claro que no le gusta esta ley fue inteligente, pero no basta. ¿Son conscientes Pastor, Castedo, Alonso y otras como ellas de la fuerza que tendrían si dijeran lo que en realidad piensan? ¿Saben que, no haciéndolo, resultan cómplices de lo que ocurra?

FASCISTAS. Una protesta en solidaridad con los vecinos del barrio burgalés de Gamonal (la convocatoria, en sí, ya tiene bemoles, con todo lo que hay para protestar aquí), que discurría con normalidad, acabó en graves incidentes cuando alguien dijo que había que ir al Auditorio de la Diputación porque allí estaban las autoridades en un acto y aparecieron gentes con pasamontañas, bragas o como lo quieran llamar. Algunos de los protagonistas de estos lamentables sucesos se autoinscriben en un denominado Colectivo Antifascista del Vinalopó. Es una máscara. No son "anti": son fascistas. El fascismo no tiene que ver con ideologías, no es de derechas ni de izquierdas, puede reivindicar igual a Hitler o a Stalin. El fascismo es un movimiento que encierra una carga enorme de odio fruto del miedo. En la base, desarrolla una formidable violencia, mientras la cúpula lo que persigue siempre es el control absoluto de la sociedad. Un antidisturbios que descarga su ira, sus complejos o su machismo golpeando sin piedad a una indefensa joven, como la terrible imagen que vimos hace unos meses en Valencia, puede ser un fascista o un descerebrado al que hay que quitar el uniforme que le da coartada para sacar sus peores instintos y meter en la cárcel. Alguien que va con pasamontañas a una manifestación y que alienta a coartar la libertad de los demás para imponer su propia fuerza, es un fascista porque está comportándose como tal. Si no es consciente, será simplemente porque, además de fascista, es ignorante.

ASESORES. Llama la atención cómo algunos quieren embrollar el ya de por sí lioso asunto de los asesores municipales de Alicante. Si la propuesta final es repartir los sueldos para no despedir a muchos de ellos, no parece descabellada. Pero ni siquiera debería ser ese el debate. Seamos serios: los asesores existen en todas las instituciones y es bueno que los haya. La plantilla de una institución no puede tener especialistas en todo, porque no sería rentable. La cuestión es que los asesores se contraten por lo que valen profesionalmente, no por amiguismo o por darle un puesto de trabajo a un camarada que se ha quedado fuera de las listas, como hasta aquí todos los partidos políticos han hecho. Así que, que tenga asesores el Ayuntamiento de Alicante y les pague lo que deba pagarles, siempre que sean los mejores que se puedan contratar y demuestren su eficacia en el trabajo encomendado. Ese es el tema. El PSOE debería meditar mucho sobre esto, porque hacer un repaso de a quiénes ha colocado en esos puestos desde 1995 podría ser terrible. Y Esquerra Unida también tendría que dejar de una vez ese halo de superioridad moral con la que en algunos casos actúa, porque desde luego la anterior vez que tuvo representación en el Consistorio no es como para lucirla en el escaparate. ¿O es que también ellos han perdido, selectivamente, la memoria histórica?

BASURAS. ¿Saben cómo llaman al vicealcalde Andrés Llorens? El concejal Red Bull. ¿Que por qué? Porque «Red Bull te da alassss...» ¿Cómo es posible que, habiendo un preacuerdo entre la empresa y los trabajadores para evitar la huelga de la limpieza, el pacto se rompiera tras reunirse el comité de empresa con el concejal y sus asesores? Es una pregunta para la que aún estamos esperando contestación, y no vale con negar la mayor, como hace Nino Llorens, porque no hay periodista que no tenga pruebas directas de que, efectivamente, el comité tiene razón cuando asegura que Llorens, con sus palabras, alentó la ruptura de ese preacuerdo. Los amantes de las teorías de la conspiración ya están haciendo sus cábalas. Una huelga de basuras le estallaría en la cara a Castedo, que es lo que le faltaba, así que algunos piensan que Llorens, por no se sabe bien qué extraña razón teniendo en cuenta lo parejo de su situación judicial, ha ido a por ella. Otros, más retorcidos, creen que se está jugando a favor de los socios de Ortiz en la UTE, dado que están hartos del empresario y una huelga sería un momento que ni pintado para plantear su salida. Más aún, hay quien opina que en realidad, el Ayuntamiento juega a favor de Ortiz y la UTE porque tras la huelga, ésta tendría mejor posición para renegociar la concesión y hacer purga en la plantilla, bajo la amenaza de abandonar la contrata y a sabiendas de que, con las actuales condiciones, nadie va a optar a ella. Los conspiranoicos también ven conjura del otro lado: en la situación que estamos viviendo, no parece que una reducción de libranzas, aunque sea perder derechos, pueda fundamentar una huelga indefinida de un servicio básico como es la limpieza. Así pues, piensan que detrás de la actuación del comité está la inspiración de EU, aleccionada por sus compañeros de Málaga. Yo no soy dado a las teorías de la conspiración, y creo en la solvencia de Consuelo Navarro y de CC OO, así que sólo puedo concluir que todos los protagonistas de este enfangado asunto son bastante torpes y han cometido errores de bulto, que ojalá puedan enmendarse en la reunión que in extremis se celebrará hoy. Pero que no olvide el Ayuntamiento que, pase lo que pase, en el punto de mira estará él y será contra él contra el que se revuelvan los vecinos en cuanto Alicante empiece a estar peor de lo que ya está.

MÁS DE IMPUTADOS. El vicepresidente Císcar ha vuelto a sacar a pasear a los imputados para repetir el mantra de que no irán en listas. Y lo ha hecho diciendo que él no admitiría a uno de ellos en una ejecutiva. ¿Y, entonces, por qué acaba de pactar la de la ciudad de Alicante con Sonia Castedo? ¿Y si tan claro lo tiene, por qué Sonia Castedo va a ser la primera alcaldesa del PP que tenga puesto relevante en la dirección local gracias a él? Alperi, por ejemplo, nunca lo tuvo. No me repetiré en cuanto a la falsedad de los mensajes que lanza el PP en este tema. Sólo reiteraré que no hay regeneración tras ellos, sino luchas por el poder. Y a Císcar buscando cariño en los medios, ahora que no tiene el del presidente. El portavoz parlamentario del PP, Jorge Bellver, repite hoy también la canción. Pero sigue en su puesto tras permitir que un montón de diputados firmaran la petición de indulto para Hernández Mateo, condenado en firme, y se jactaran de ello. ¿Cuándo se darán cuenta de que la contradicción entre lo que dicen que harán y lo que todos los días hacen les está matando?

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